domingo, 19 de julio de 2009
Medal of Honor: Airborne
La acción bélica regresa tras las líneas enemigas. El asalto llega desde el aire.
¿Quién no ha oído hablar a estas alturas de la película sobre esta grandísima saga de shooters de guerra? Pues alguien que no sea de este planeta o haya estado escondido en una cueva, porque es ya un clásico entre los clásicos…
Todos los poseedores de un Pc o de una Xbox 360 van a saber lo que es un juego de guerra gracias a la aparición de Medal of Honor: Airborne en nuestro país. Este juego supone la vuelta a la cancha de una de las series pioneras en juegos basados en la Segunda Guerra Mundial. Desde que allá por el año 1999 apareciera el primer título de la serie se han ido sucediendo posteriores capítulos que no han hecho si no engrandecer el legado de uno de los shooters más laureados de la historia de los video juegos.
Pasados tres años desde aquel Pacific Assault en el que cambiaban las tornas y nos metían en pleno conflicto en el Pacífico -más que nada para cambiar de ambiente e insuflar aire fresco a la serie-, ahora Electronics Arts nos pone en la tesitura de convertirnos en paracaidistas, pero de nuevo en los escenarios de la vieja Europa.
En estos momentos se está apostando por la originalidad y la única forma de llegar hasta ella es dirigir los juegos por otros derroteros, sobre todo inéditos hasta ahora. La unidad de paracaidistas ha llegado surcando los cielos para hacerte vibrar desde lo más alto. ¡Más dura será la caída!
La acción empieza en el aire, con un salto en el que deberemos controlar nuestro paracaídas para tomar tierra en el lugar más propicio.
Si tienes miedo a las alturas, ni lo intentes
Asumimos el papel de un soldado del ejército de paracaidistas de los Estados Unidos, y como tal es nuestro deber afrontar la guerra desde el cielo en un primer momento, para después vernos las caras en tierra con ejércitos nazis que quieren que nuestra sangre corra por el suelo. El comienzo del juego siempre se produce desde un avión desde el que nos lanzamos al vacío con nuestro paracaídas, desde este momento el aterrizaje es cosa nuestra y tenemos vía libre para caer en el lugar que elijamos.
Dado que controlamos el paracaídas a nuestro libre albedrío, podemos elegir caer encima de un tejado, en mitad de una calle donde todo está desierto o bien en plena vorágine de guerra, en mitad de las tropas enemigas. Es este el aspecto que más atractivo le hace al juego, pues esa libertad de poder hacer lo que le plazca a uno en cada momento es de lo que adolecían todos los capítulos de Medal of Honor. Por eso en EA han desarrollado unos mapas con infinidad de vericuetos y posibles caminos, así podemos sentir que no estamos supeditados en cada momento al devenir de los que nos dicte la máquina. Eso sí, en determinados mapas habrá que seguir un camino prefijado, por seguir, sobre todo, una veracidad histórica, pero en general las misiones son bastante abiertas y podremos deambular sin demasiadas pesquisas argumentales.
Los soldados están a merced de su destino, en ningún momento sabes donde puedes caer, una calle bien avenida puede esconder mil secretos y de repente encontrarnos con la mayor de las masacres. Tu sino lo construyes tu mismo, mucho cuidado.
Las mayores operaciones militares de la historia
En Medal of Honor: Airborne somos participes de las grandes emboscadas que se han sucedido a lo largo de esa fatídica Segunda Guerra Mundial. Para recrear a la perfección todos los escenarios y misiones que tuvieron que llevar a cabo los aliados americanos se ha dado cobertura a un amplio abanico de operaciones famosas. Así, por ejemplo, tenemos la célebre operación Market Garden, donde por la llamada “Autopista del infierno” se pretendía despejar la carretera que llevaba a la ciudad de Nijmegen, para que así las tropas aliadas pudieran hacer acto de presencia en aquel lugar.
Por otro lado también tienen cabida otras operaciones importantes como Operación Avalancha donde tenemos que ayudar de nuevo a los aliados en las proximidades de las ruinas griegas de Paestum. En esta misión hemos de cortar las comunicaciones y líneas de abastecimiento de los enemigos. Después habrá que luchar a brazo partido para repeler un contraataque enemigo que podía causar importantes daños.
En las misiones de asalto predominarán unas oscuras noches en las que será vital fijarnos en cualquier pequeño resplandor o sombra, para revelar una posición enemiga.
A lo largo del juego se sucederán muchas más misiones, como por ejemplo Operación Husky, Operación Varsity u Operación Neptuno. Como ves la variedad hará que realicemos misiones muy diferentes, llevándonos a distintos países de Europa como Alemania, Francia, Holanda o Italia.
Si bien es cierto que el juego cuenta con variadas localizaciones y cantidad de situaciones diferentes, si somos unos avezados jugones, en no más de diez horas habremos terminado la campaña. Pero para cuando hayamos acabado todas las misiones del juego en modo un jugador, nos espera el modo multijugador, aquí es donde habrá que demostrar la pericia contra otros contrincantes. Este modo no está del todo conseguido, pero si puede alargar la vida del producto un poco más.
Ambientación peliculera
Un juego ambientado en la guerra más sangrienta del siglo XX no puede más que albergar los mejores escenarios, la mejor iluminación, unas texturas de lujo, unos personajes moldeados de forma realista y un sonido sin parangón. Todo esto se ha intentado fusionar para el deleite del jugador, haciéndole creer que realmente se encuentra en mitad de un conflicto salvaje y sangriento. Ya desde el comienzo, subidos en el avión, observamos como la fila del pelotón de compañeros nos acompaña para tirarnos en paracaídas. Los comentarios, los gritos de los superiores y la sensación de desasosiego nos acompañan de forma continuada; sabemos que vamos a la lucha y puede que seamos abatidos en pleno vuelo, que falle el paracaídas o que al caer nos rompamos una pierna, o aún peor, que el enemigo arremeta contra nosotros disparando a bocajarro. Pero como somos experimentados paracaidistas nos armamos de valor y… para abajo sin pensarlo, lo que sea por nuestro país, no vaya a ser que encima nos tachen de desertores.
Para conseguir que nos sintamos dentro del fragor de la batalla se han dispuesto una serie de “artimañas” que hacen subir el realismo hasta cotas muy elevadas. Para empezar, se ha implementado el efecto “motion blur” que tan estupendo queda en las últimas creaciones de las desarrolladoras. Este consiste en el visionado de una especie de sensación de movimiento de la imagen de nuestro alrededor, pareciendo que estamos allí presentes, otorgando de este modo un realismo mayor. Un efecto realmente gratificante para aquellos sibaritas de la ambientación.
La iluminación del cielo y los efectos de luces también contribuyen a mejorar la citada ambientación. Desde nuestra posición observamos las ráfagas de los morteros iluminándolo todo a su alrededor, los disparos de los soldados enemigos y aliados, las luces de las propias calles, y sobre todo, los reflejos de última generación que ya se aplican a casi todos los recientes juegos de la mayoría de compañías desarrolladoras.
En definitiva, si de “feeling” dentro del terreno de batalla se trata, con este Airborne nos vamos a sentir inmersos dentro del conflicto con un potencial fuera de toda duda.
El número de armas en el juego no es especialmente elevado, y en muchas ocasiones tendremos que acercarnos peligrosamente hasta el enemigo para enfrentarnos en un duro combate cuerpo a cuerpo.
Consigue el mejor armamento
Este es un videojuego que nos recompensará de forma amable si somos capaces de conseguir logros por acciones reiteradas. Para que se entienda mejor, al realizar acciones como disparar a los soldados en un punto concreto, si lo hacemos repetidas veces se nos compensará con mejoras sustanciales en el armamento. Si contamos con el beneplácito de la suerte y nuestra pericia a los mandos es muy probable que podamos conseguir cargadores con mayor capacidad y dispositivos que modifiquen el cañón de nuestras armas. ¿Cómo se consigue esto? Apunta a una parte del cuerpo de un soldado alemán, si eres capaz de repetir la pericia con unos cuantos más… ¡voilá!, ya habrás conseguido un logro que se te recompensa en forma de ventaja adicional en tu arma. Repítelo cuantas veces quieras con cualquier arma y verás lo que sucede. Todo un aliciente más para poder disfrutar a lo grande de este Medal of Honor.
Por cierto, ten cuidado con la munición puesto que tan solo llevamos dos armas y una pistola. El arsenal es más bien escaso, pero de esta forma el juego se acerca un poco más a la realidad, sin exageraciones por llevar a cuestas todo un catálogo de rifles y ametralladoras. Si te quedas sin armas, róbalas o recógelas del suelo.
¡Al ataque mis valientes!
Los elogios para este juego en cuanto al apartado gráfico son superlativos. De hecho el ordenador que necesita este producto de EA para poder aprovecharlo en su justa medida es espectacular. Prepara los ahorros que has estado guardando como una hormiguita porque ahora es cuando te van a hacer falta. Hazte con un procesador a la altura, si es un Core 2 Duo mejor y si sobrepasa los 3 Ghz también lo disfrutarás en todo su esplendor. La tarjeta gráfica ha de estar en consonancia con el resto, y ni que decir tiene que cuanta más memoria Ram poseas todo funcionará más fluido. Lo preferible es tener entre 2 y 3 Mb de Ram para que todo pueda correr holgadamente sin las molestas ralentizaciones que hacen poner los nervios de punta a más de uno.
Durante el juego podremos controlar a dos personajes de forma alternativa durante una misma misión, pero con diferentes misiones y complementarias a la vez.
De todos modos el juego es bastante configurable, y en equipos modestos –bajando la configuración a niveles más asequibles-, puede dar un rendimiento bastante satisfactorio. Eso sí, eliminando opciones gráficas te vas a perder el espectáculo visual que recrea el juego en algunos momentos.
Para los que desean saber aspectos técnicos también es necesario destacar que en ordenadores con sistemas basados en 64 bits de Windows el juego no funciona. En todo caso para que todo marche a la perfección deberás poseer los últimos drivers de tu tarjeta gráfica y los pertenecientes a la tarjeta de sonido, pues siempre tenderán a proporcionarte una correcta compatibilidad.
Si hablamos de la calidad del sonido solo pueden otorgarse halagos al igual que ocurre con su apartado gráfico. El juego viene traducido al completo a nuestro idioma, llegando a ser el doblaje digno de escucharse con total atención. El nivel alcanzado en esta ocasión es de sobresaliente, habiendo creado cada detalle de la batalla de manera escrupulosa y no dejando nada en el tintero. Los soldados hablarán entre sí, nos dirigen por los mejores caminos, las frases de apoyo son constantes, etc. Además los sonidos de los disparos son muy realistas, y el sonido ambiente es embriagador, pega los oídos e interceptarás pinceladas muy logradas. La banda sonora, épica, como es costumbre en este tipo de juegos; casi siempre aparece en los momentos de mayor intensidad y cuando acabamos los diferentes niveles.
Valoración de Medal of Honor: Airborne
Medal of Honor nos introduce de nuevo en una intensa acción bélica gracias a unos atributos comunes en todos sus episodios: buen diseño, variedad y libertad de acción. Sus apartados técnicos son soberbios, detonantes para un lucimiento espectacular de atributos que te dejarán boquiabierto. Su campaña individual, aunque no muy extensa, es realmente intensa; y el multijugador, aunque divertido y correcto, no es precisamente su punto fuerte, pero esto es casi una anécdota para un producto que es ya toda una referencia en el género de los shooters bélicos.
Etiquetas:
FPS,
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