jueves, 11 de septiembre de 2008

Crysis

Increíble, avanzado, excitante… Un auténtico devorador que estremece los pilares de la acción.

Crysis es simple y llanamente uno de los mejores títulos de acción en primera persona de todos los tiempos. Cogiendo lo mejor de su predecesor FarCry y dándole una brutal vuelta de tuerca, el nuevo lanzamiento de CryTek convulsiona el género de los FPS como no se hacía desde hace años. Un juego que ningún amante de los shooters puede perderse bajo ningún concepto.

Si no sabes que se esconde bajo la palabra Crysis es que has estado oculto debajo de alguna piedra los últimos dos años. CryTek, su estudio creador, se plantó de golpe y porrazo en la escena de los desarrolladores de videojuegos en 2004 con el formidable FarCry; un título que comenzó su producción con la intención de ser una demo tecnológica de su increíble motor gráfico, y que acabó convertido en uno de los juegos del año.

Con sólo un título en su expediente los alemanes de CryTek ya contaban con un currículum más impresionante que decenas de compañías con décadas de trabajo a sus espaldas; y, claro, con estos antecedentes era complicado que no se levantara expectación.

Pero cuando Crysis comenzó realmente a construir el gigantesco monumento al hype en el que se ha convertido fue cuando se mostraron sus primeras imágenes. Un imposible video con un combate en una selva fotorealista donde las plantas se apartaban a nuestro paso, y donde la vegetación caía bajo el fuego de nuestros disparos hizo el resto. Pues bien, llegado noviembre del año 2007 –probablemente el mejor año de la historia de los videojuegos-, el nuevo juego de CryTek confirma todas las expectativas. No sólo es un auténtico bombón gráfico, sino que cuenta con uno de los apartados jugables más deliciosos y adictivos de los últimos diez años.

Por fin analizamos el videojuego más esperado de los últimos años. Crysis es uno de los mejores shooters de todos los tiempos, un auténtico dispendio tecnológico con una jugabilidad a prueba de bombas.

Es tan sencillo como que Crysis puede codearse con las obras maestras del género sin quedar en ridículo. El título que nos ocupa está a la altura de la primera entrega de Half Life, de Doom o del primer Halo. Un juego redondo en todos los sentidos, con unos combates insuperables, los mejores gráficos vistos hasta ahora y sin un sólo pero que achacarle. Con Crysis comienza de verdad la nueva generación de shooters.

Nombre en Clave: Nomad

Año 2020. En Corea del Norte una expedición arqueológica descubre indicios de tecnología e inteligencia de mayor antigüedad que la presencia del hombre sobre la tierra. El ejército regular norcoreano, al tanto de esta investigación y consciente de su importancia, secuestra al equipo de científicos y los retiene en un campamento en mitad de la jungla asiática.

Aquí es donde entra en juego nuestro personaje. Una semana después de este rapto un equipo de elite del ejército norteamericano es enviado a la zona con la intención de indagar en lo sucedido y liberar a los eruditos. Formaremos parte del comando bajo el nombre clave de Nomad, y tendremos a nuestra disposición un traje especial que virtualmente nos convertirá en un superhombre.

La inteligencia arcana no tardará en convertirse en una amenaza alienígena que arrasará por igual a los soldados norcoreanos y al comando americano de las fuerzas especiales.

Crysis se divide en dos partes bien diferenciadas. El shooter de acción de corte futuro pero realista que es la primera mitad del programa, y el juego de ciencia ficción en el que se convierte en su recta final. Entre medio se lleva a cabo una excelente transición con la presentación abrupta y episódica de los temibles alienígenas, con la desaparición lenta pero constante del comando, y con la progresiva congelación de la selva como paso previo a su colonización extraterrestre.

Al contrario que la torpe narrativa de FarCry y su lamentable sentido del ritmo, Crysis dibuja a la perfección una historia simple pero efectiva, con multitud de momentos memorables y con un tempo excelente. Además Crysis tiene una sobresaliente medida de la duración de su campaña, que ronda las 12-14 horas y que termina exactamente cuando debe, sin hacerse corta ni larga; evitándonos experiencias como la fastidiosa recta final del primer juego de CryTek, título que duraba 20 horas aproximadamente y que contaba con un último cuarto de modo individual verdaderamente lastimoso.

Los alienígenas amenazan la tierra una vez más, pero no cuentan con el traje del comando de elite norteamericano que nos recubre. Gracias a él podremos enfrentarnos a norcoreanos y extraterrestres con una posibilidad de éxito.

Perdido en la Jungla

Crysis coge las fórmulas habituales de los shooters en primera persona y les da una vuelta de tuerca, tanto en lo gráfico como en lo jugable. De los aspectos visuales y tecnológicos ya hablaremos largo y tendido más adelante, pues lo que toca comentar ahora es la jugabilidad, lo más importante de un videojuego.

Crysis es una suerte de heredero espiritual de FarCry, y es que las premisas principales del debut de CryTek están presentes en su segundo título: Amplía libertad, enemigos humanos y también criaturas y entornos tropicales.

Por fortuna este nuevo juego ha tomado nota también de los importantes defectos de FarCry, que pese a ser un título envidiable tenía algunos puntos muy serios, y se erige como un soberbio shooter y como la primera muestra real de la madurez del estudio alemán, con tan sólo dos títulos en su haber.

Tras el salto en paracaídas de los protagonistas desde el avión y la dispersión del comando en los primeros minutos de juego accederemos al tutorial, y tras éste las infinitas posibilidades de Crysis se abrirán ante nosotros. Libertad total.

El juego basa sus objetivos en hacernos caminar del punto A al punto B para llevar a cabo tareas tales como bloquear radares, destruir antiaéreos, limpiar zonas de enemigos o rescatar prisioneros. Todo muy arquetípico dentro de los cánones del género. En lo que se diferencia este título es en su forma de desarrollar toda esta acción.

Generalmente los puntos entre los que tenemos que transitar están a unas distancias que oscilan entre el medio kilómetro y el kilómetro y medio, con unos desplazamientos entre ellas verdaderamente geniales. La selva tropical que recorreremos está salpicada de pequeños puestos de vigilancia, de gigantescas bases o de simples patrullas que deambulan por la zona. Nuestra elección a la hora de enfrentarnos a estos obstáculos marcará el desarrollo del juego, y a ahondar en la capacidad de decisión contribuyen nuestros amplios pertrechos de combate.

Por el contrario el juego en su segunda mitad, la marcada por el fuerte componente de ciencia ficción, apuesta por una jugabilidad totalmente distinta, marcada por un diseño mucho más lineal y directo. Estos niveles finales no son ni mejores ni peores, pero se observa un cambio radical en la fórmula que, pese a ello, sigue siendo igual de brillante y competente, destacando algunas sorpresas que no desvelaremos pero que encajan a la perfección con el conjunto.

Obtén un tanque y arrasa con todo, camina hasta el objetivo a escondidas o rodea el camino trepando por entre las montañas. Tu decides, los mapas de Crysis son tan grandes que podrás llegar de un punto a otro de decenas de maneras diferentes.

Dotación de Guerra

Un juego de acción tiene entre sus principales factores de diversión el arsenal con el que cuenta y lo variado y original de sus complementos, y es uno más de los cuidadísimos apartados de Crysis.

Para empezar disponemos del ya mencionado “nanosuit”, un traje especial dotado de cuatro poderes. La primera de las habilidades que podremos incrementar radicalmente gracias a esta poderosa herramienta es la de la velocidad, convirtiéndonos en una auténtica exhalación y ayudándonos a recorrer pequeñas distancias de terreno a una velocidad vertiginosa. La segunda es la de la fortaleza, lo que nos permitirá aumentar el efecto de la fuerza de nuestros brazos y piernas, haciéndonos capaces de derribar una casa a puñetazos o de saltar hasta el tejado de una construcción de una planta. En tercer lugar podemos emplear el poder de nuestro traje a modo de armadura, e incrementar nuestra barra de energía gracias al uso de éste. Para el final hemos dejado el más fascinante de todos, el camuflaje óptico; gracias a él seremos capaces de ser transparentes al ojo humano, y sólo seremos detectables si nos encontramos muy cerca del enemigo.

El funcionamiento es sencillo, se activa el menú del traje en tiempo real con el botón central del ratón y de una forma muy ágil escogemos el poder en cuestión para, al soltar el botón, activarlo. La duración del efecto vendrá dada por una barra de color situada justo sobre la de la salud, y se verá mermada por el uso. La barra decrece con bastante rapidez, pero se regenera con igual prontitud, de tal modo que con dejar de usar los poderes durante unos segundos bastará para volver a contar con ellos.

Las situaciones que se dan fruto del enriquecimiento en la jugabilidad que aportan los poderes del traje son realmente impredecibles. Por ejemplo, gracias a la invisibilidad momentánea podremos rodear a patrullas y pasar casi a su lado sin ser detectados; y gracias al potenciador de fuerza podemos saltar sobre el tejado de un edificio y sorprender al enemigo desde una posición superior. Las posibilidades son infinitas y los sensacionales mapeados a los que nos tiene acostumbrados CryTek brillan una vez más con luz propia, motivándonos a buscar montones de soluciones que no se limiten al “entrar a saco”.

La inteligencia artificial del enemigo es uno de los puntos fuertes del programa. Se cubren, nos rodean y toman montones de decisiones para ponernos siempre a prueba.

Las armas son algo más rutinarias de lo que cabría esperar, pero el arsenal es amplio y variado. Además de las reglamentarias que se nos proporcionan al principio también, y como es costumbre, podremos sustraer a los enemigos las suyas. Ametralladoras, fusiles, pistolas, rifles de francotirador, lanzacohetes, cargas explosivas, granadas… En la recta final del juego hay una pequeña inyección de nuevas armas, pero no son especialmente originales y no aprovechan gran cosa el potencial de una raza extraterrestre y desconocida.

Enemigos Superinteligentes

Otro de los puntos fundamentales de un juego de acción es lo avanzado de la inteligencia artificial de los enemigos, y lamentablemente de forma muy habitual no se le da la importancia que se merece, primando otros factores en principio secundarios como el apartado gráfico.

Crysis, sin embargo, presenta una de las IA más avanzadas que hemos visto nunca, y resulta un auténtico placer enfrascarse en tiroteos contra unos enemigos tan poderosos, que priman el ataque por nuestra espalda y la perpetua búsqueda de coberturas.

De nuevo el mapeado de los niveles se revela un acierto para potenciar los combates, pues los soldados enemigos sacarán todo el partido de los elementos de éste para hacernos la vida imposible y tratar de rodearnos y de encontrar nuestros puntos débiles.

Como ya hemos explicado Crysis tiene un fuerte componente de ciencia ficción, con lo cual el ejército regular asiático sólo será nuestro enemigo durante una parte del juego, cediendo el protagonismo más adelante también a otros soldados con nanotrajes, así como a la terrorífica raza alienígena que efectúa apariciones testimoniales desde el segundo nivel hasta convertirse en el rival principal en la recta final del juego.

Si bien la inteligencia artificial es sobresaliente en líneas generales si que deberemos destacar un par de factores que no nos han gustado tanto. En primer lugar se observa una importante pasividad en los enemigos humanos cuando les lanzamos una granada; las pocas veces que se dan cuenta se apartan con una parsimonia inexplicable, y en el 90% de las ocasiones son alcanzados por la onda expansiva.

También debemos señalar que en los últimos niveles del videojuego se apuesta por unos mapas totalmente distintos, mucho más lineales y directos donde no hay mucho margen de maniobra, ni para nosotros ni para el enemigo; con lo cual la inteligencia artificial de los extraterrestres da la errónea sensación de ser más estúpida que la humana. Queremos pensar que lo que dicta la lógica es que esta amenaza alienígena tan aparentemente avanzada debería ser mucho más capaz en el combate que un ejército norcoreano, aunque en la realidad de Crysis los humanos supongan un reto mucho mayor.

Si tenemos cierta experiencia con los shooters es muy probable que de entre los cuatro niveles de dificultad el “Medio” se nos quede algo pequeño, y podría ser conveniente comenzar con el tercero “Difícil”. El cuarto “Delta”, sin embargo, resulta demasiado extremo y es una experiencia solamente recomendable para los jugadores más hardcore.

Crysis gestiona sin más tiempos de carga que los del cambio de nivel unos entornos gigantescos y provistos de un enfermizo nivel de detalle. Todo cuanto vemos se presta a la interacción: vegetación, objetos, enemigos…

Crysis: Definición de Fotorealismo

Crysis es lo más parecido a admirar un video o fotografía de la selva. Visualmente es sobresaliente en cada uno de sus apartados, un auténtico prodigio. Un agua impresionante, unas texturas increíbles y un empleo de la iluminación verdaderamente sobrecogedor son sólo los titulares de la noticia, pero este juego hay que verlo para creérselo.

Crysis no tiene muchos problemas para coronarse como el videojuego que mejor ha tratado visualmente los parajes naturales, y lo cierto es que juega en otra liga con respecto a cualquier otro título con el que podamos compararlo. Preciosas cascadas, majestuosos valles, ríos serpenteantes y paradisíacas playas; todo esto está en el juego, pero también mucho más; pues así como el CryEngine 2 se revela insuperable para representar paisajes realistas, también resulta un fenomenal embajador de escenarios más propios de la ciencia ficción.

Cuando los alienígenas comienzan la congelación de la tierra los escenarios comenzarán a teñirse de un blanco sensacional con unos efectos de congelación sencillamente abrumadores. En la recta final, también tendremos oportunidad de probar la eficacia de CryEngine en laberínticos y angostos entornos mezclados con gigantescos salones, todos ellos con unas texturas y un realismo que pese a lo utópica y fantástica que sea su premisa nos parecerán terriblemente reales.

El modelado de los personajes y sus animaciones brillan de igual manera. Unas expresiones faciales llenas de vida no hacen sino acompañar las cuidadísimas animaciones de todos los habitantes de este fascinante mundo. Un auténtico placer ver a un pelotón norcoreano moverse con toda naturalidad por entre la jungla moviendo las plantas a su paso, y también una genial experiencia el observar las criaturas alienígenas con movimientos muy suaves y trabajados.

De hecho en lo artístico es en otro de los aspectos en los que se nota una mejoría notable en este segundo juego de CryTek. Mientras que las criaturas de FarCry adolecían de sufrir unas decisiones de diseño muy discutibles, las de Crysis gozan de un rigor y de una cohesión tremendas. Desde la “infantería” alienígena hasta sus gigantescas máquinas de guerra, todos los extraterrestres tienen un carisma y un empaque excepcionales.

Precioso. No hay más palabras para describir a Crysis. El juego gráficamente más avanzado del momento muestra sus cartas con unas selvas por las que es un verdadero placer pasearse.

Los efectos tampoco han sido abandonados. El fuego presenta un aspecto primoroso, idéntico al de las explosiones, el humo o los efectos de partículas. Un auténtico placer para los sentidos. Los desenfoques y la sensación de la profundidad de campo también deben ser mencionados por su brillante ejecución.

Siguiendo con lo artístico debemos destacar el sobresaliente apartado sonoro. Una música trepidante y variada que parece adaptarse a todas las situaciones del juego no hace sino acompañar a unos efectos sonoros cuidadísimos. Cada crujido de la vegetación a nuestro paso está reflejado de forma inmejorable, y las armas y explosiones tienen una ferocidad portentosa. Un auténtico placer disfrutar de Crysis con un 5.1 para sentirnos literalmente dentro de la selva.

El Devorador de Hardware

El rendimiento del programa en la mayoría de equipos puede ser descorazonador, pero sus razones tiene Crysis para ser un juego tan exigente en términos de hardware. Si contamos con un Pc potente podremos disfrutar del juego visualmente más avanzado de la historia, así de sencillo. Con un Quad Core, tres o cuatro gigas de ram y una 8800 de Nvidia gozaremos de un espectáculo abrumador, por el contrario con equipos más modestos deberemos sacrificar muchas opciones gráficas y visualmente no será, ni de lejos, tan impactante.

De hecho con ordenadores que tan sólo cumplan los requisitos más básicos puede darse la situación paradójica de que Crysis se vea peor que FarCry. Esto tiene una explicación muy razonable; y es que pese a que los mapas de nivel de ambos juegos tienen tamaños muy similares, lo cierto es que el título que nos ocupa tiene físicas superiores, una mayor interacción con el entorno y una inteligencia artificial mucho más desarrollada.

Sin embargo Crysis es un ejemplo perfecto de la tecnología puesta al servicio de la jugabilidad. No se trata solamente de componer una estampa bonita y tratar de asombrar al espectador con lo visual, la obligación es poner todo eso a disposición del apartado jugable.

Todos y cada uno de los elementos que encontramos en el título son totalmente interactivos. Esto significa que si disparamos a una palmera ésta se rompe, que podemos coger cualquier objeto y que si una bomba estalla dentro de una casa la estructura se vendrá abajo –si esta es lo suficientemente ligera-. Esto ocasiona situaciones verdaderamente geniales como por ejemplo que podamos tirarle una botella a la cabeza a un soldado hostil en pleno tiroteo, que tengamos la posibilidad de destruir una cabaña llena de enemigos lanzando un coche en marcha contra ella, o, por último, que seamos capaces de destruir un puente de tablas de madera cuando lo está cruzando una patrulla norcoreana.

Texturas muy detalladas, impresionante iluminación, cuidadísimo ciclo día-noche. Crysis hace todo lo posible por transmitir la verdadera sensación de una realidad virtual.

Puede que muy poca gente pueda disfrutar Crysis en el año 2007 como se merece, y quizá debamos esperar todavía algún tiempo para contar con equipos capaces de llevarlo al máximo con un precio razonable; pero nadie debe perderse este juego por tan nimia razón. Puede que ahora no podamos gozarlo en calidad ultra o en una resolución muy alta, pero sus virtudes jugables permanecen intactas, y esto puede ser un acicate perfecto para que en el año 2008, con un equipo más avanzado, podamos recuperarlo y volver a disfrutarlo como se hubiera ganado en su lanzamiento.

Rayando la Perfección –Conclusiones-

Crysis es un auténtico bombón que, obviamente, entra por los ojos; un plato muy apetecible por sus bondades visuales pero que goza también de lo que diferencia a los grandes clásicos de las “demos tecnológicas”, el carisma y la jugabilidad. Y es que Crysis está destinado a ser un referente futuro para la industria del videojuego.

La variedad de situaciones y posibilidades jugables es indescriptible, podríamos pasarnos cinco o seis hojas enumerando situaciones. Momentos memorables como liberación del barco en el puerto, el primer contacto alienígena, el derrumbamiento de la montaña, el primer atardecer en la selva…

Destaca asimismo el componente táctico del uso del traje y de sus capacidades, hemos comprobado incluso que se pueden superar niveles enteros sin eliminar a un solo coreano, tan sólo empleando nuestras técnicas de sigilo, lo que nos da una idea de la profundidad de éstas.

Pero brillan los combates con armas de fuego, donde Crysis demuestra todo su potencial. Resulta asombroso ver como se van destruyendo los escenarios por completo bajo el fuego de nuestros disparos. Genial también la posibilidad de coger a un coreano por el cuello y emplearle como escudo humano mientras sus compañeros abren fuego sobre él para tratar de darnos a nosotros, o lanzarlo contra éstos con toda nuestra fuerza para hacer que pierdan el equilibrio.

Excelente igualmente, el control de los vehículos que emplearemos para los larguísimos desplazamientos. Jeeps, furgonetas, lanchas… pero también otros más poderosos como tanques o helicópteros.

Una campaña de algo más de doce hora y un excelente multiplayer conforman la oferta jugable de Crysis. La riqueza de posibilidades del modo individual garantiza que nos quedaremos con ganas de repetirla.

Toda esta lluvia de opciones, posibilidades y diferentes caminos hacen de Crysis un título tremendamente adictivo y rejugable, pues los acercamientos diferentes a cada situación son prácticamente infinitos y los únicos límites en realidad los ponemos nosotros.

La campaña individual la componen 11 misiones, cuya duración ronda la hora; aunque no obstante también cuenta con un poderoso multijugador. Hasta 32 jugadores pueden pelear al mismo tiempo en los dos modos de juego online. Contamos con el clásico deathmatch, con la única variante del todos contra todos; y también con el modo “Lucha de Poder” que cuenta con dos equipos de hasta 16 personas en el que obtendremos recompensas en forma de armas y material por matar rivales o cumplir los objetivos: tales como capturar estaciones de energía o conquistar estaciones de apoyo como fábricas o búnkers para conseguir vehículos y equipamiento. Una divertida guerra al estilo Battlefield.

Valoración de Crysis

Lo mejor que se puede decir de Crysis es que no nos ha decepcionado en absoluto. Ya contábamos de antemano con la brillantez de sus apartados gráficos y tecnológicos que, de hecho, son capaces de dejar con la boca abierta a cualquiera; pero la jugabilidad es igualmente espectacular. La libertad total para llevar a cabo las misiones, una inteligencia artificial poderosa y desafiante, y unos entornos plenamente destructibles, obtienen en su combinación un cóctel difícilmente mejorable. Estamos ante uno de los mejores shooters de todos los tiempos sin ningún género de duda, y ante una oportunidad perfecta para reivindicar el Pc como excelente plataforma de juego.


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