Demonios, acción y brillantes escenarios góticos, una fórmula jugable endiablada.
La esperadísima cuarta entrega de Devil May Cry por fin llega a compatibles, y debuta en Pc con un port insuperable. Optimización extraordinaria y muy correcto soporte para el Pad. Los aficionados a la caza de demonios pueden estar orgullosos, Devil May Cry 4 en Pc es un excelente representante de la saga.
Devil May Cry es, para bien o para mal, una de las sagas más representativas de las videoconsolas en el siglo XXI. Con personajes carismáticos como Dante, con escenarios fácilmente reconocibles por su estética, y con una jugabilidad frenética y de una dificultad muy elevada, se ha convertido en una serie de videojuegos adorada por unos y despreciada por otros.
Devil May Cry fue una saga que nació y creció en PlayStation 2 sin embargo, y al igual que la tercera entrega, nos encontramos con un nuevo episodio que debuta en Pc. Este cuarto título supera en su versión de compatibles todos los problemas de acabado de los que adolecía el anterior, y resulta un juego realmente bonito, con unas animaciones y movimientos muy elegantes y con una dificultad mucho más ajustada que su predecesor.
Tras la fama de Capcom con sus pésimas traslaciones a Pc –recordemos Resident Evil 4, por ejemplo- no sabíamos que esperar de este Devil May Cry 4. Sin embargo el resultado es extraordinario, y sigue la línea que comenzó a trazarse con el igualmente notable port de Lost Planet a ordenador.
El (segundo) CazaDemonios más macarra
Nero es un buen personaje. Hay que dejar claro eso en primer lugar. Desde Capcom se ha optado por sustituir a Dante por este joven de aspecto idéntico, y el nuevo protagonista tiene el mismo punto chulesco, machista y misógino que su predecesor. Su actitud de estar “por encima” de todo lo que le sucede puede resultar un poco atacante, pero es la fórmula Devil May Cry, y como tal hay que aceptarla.
Estamos ante un port excelente que ha hecho buena la espera de unos meses que los aficionados a compatibles han tenido que sufrir. Esta edición, además, incluye dos nuevos modos Turbo y Legendario. En esencia idénticos a la campaña pero con pequeños cambios.
El cuarto juego de la saga nos traslada a una ciudad costera regida por una suerte de religión militarizada conocida como “La Orden de la Espada”, que rige con mano inquebrantable los destinos de sus ciudadanos bajo el apoyo de una serie de caballeros. En una de las ceremonias, donde se encuentra Nero con actitud pasiva y desinteresada como es lógico, irrumpe el no menos macarra Dante arrasando con todo y con todos.
Esto es lo menos que se puede contar sin “destripar” el argumento de Devil May Cry 4. No es que el guión sea esencialmente interesante o que repercuta en la jugabilidad, pero se nos van descubriendo una serie de aspectos según avanzamos nivel tras nivel en la aventura, y en última instancia todo cobra un sentido, más o menos previsible pero un sentido al fin y al cabo.
Las cinemáticas tienen el look clásico de Devil May Cry. De una ejecución impecable, con un estilo “videoclipero” muy adecuado y con un sentido de la espectacularidad verdaderamente digno de encomio, nos mantendrán pegados a la pantalla por poco interesantes que sean los diálogos o hechos que acaecen.
Como ya describimos en el avance del juego tanto Nero como Dante serán personajes que podemos dirigir en la aventura, y a las armas ya conocidas del héroe habitual de la saga se unen las del neófito Nero, nuevo en estas lides pero sobradamente preparado. La más llamativa de sus herramientas es el “Demon Bringer”, su brazo demoníaco, que con sencillas combinaciones de control nos permitirá usarlo como gancho para llegar de un lado a otro, para aplastar a nuestros enemigos contra el suelo o para acercar a los rivales que estén a distancia.
Devil May Cry 4 supone la carta de presentación de Nero, el nuevo héroe de la saga. De comportamiento y aspecto muy similar al de Dante, el inédito protagonista cuenta con un arma secreta, el “Devil Bringer”, capaz de desatar una fuerza devastadora.
Además la habitual mezcla de combates a larga distancia con el cuerpo a cuerpo más salvaje sigue plenamente activo en Devil May Cry 4, en parte gracias a Red Queen y Blue Rose. La primera es la espectacular y devastadora espada de Nero, y la segunda su revolver; ambas armas pueden ser mejoradas progresivamente, y también podemos desbloquear nuevos combos y habilidades según vayamos avanzando y recolectando ítems.
Variaciones…
El juego tiene una duración razonable, alrededor de los 20 capítulos, y hace esfuerzos por no resulta repetitivo tratando de alterar las diferentes fórmulas. No obstante si no somos amantes del estilo Hack and Slash más puro y duro, probablemente se nos atragante el “modus operandi”. Esto que sonará a perogrullo a todos los habituales de Devil May Cry, puede ser una información de generosa utilidad para los que se acerquen a éste por vez primera, especialmente por la inexperiencia de la saga en esta plataforma.
Uno de los detalles más curiosos que se añaden a la fórmula es el de las misiones secretas, una serie de objetivos verdaderamente desafiantes gracias a los cuales obtendremos cierto tipo de bonus. Estos “objetivos secundarios” son de una dificultad ostensiblemente mayor que el resto de la campaña, y esto surge en mayor medida por la necesidad de llevar a cabo determinadas metas contrareloj o movimientos de gran dificultad para cumplimentarlas.
Los combates están dotados del habitual estilo y elegancia de la saga. Devil May Cry siempre ha sido una fuente de movimientos y luchas geniales, y la cuarta entrega hace un gran esfuerzo por lograr un realismo genial dentro de este mundo de fantasía.
También, y con ánimo de variar la dinámica del título, hacia el segundo tercio del juego tomaremos el control de Dante, con los cambios de control que esto supone. Un cambio agradable que rompe la mecánica del título con nuevas armas y movimientos realmente espectaculares.
Los puzzles, como siempre, son ligeros y su resolución se suele limitar a la de destruir algo o a alguien para abrir las clásicas puertas azules y rojas. Lamentablemente los rompecabezas que no tienen que ver con la destrucción en ocasiones son más confusos de lo esperable, y a menudo detienen el, de otro modo, frenético ritmo del juego. Esto es un arma de doble filo, pues si bien a veces es necesario un “respiro” entre tanto espadazo y disparo, lo cierto es que en ocasiones se torna excesivamente pausado.
Por supuesto quien pretenda jugar a Devil May Cry con teclado no sabe donde se está metiendo. El juego de Capcom permite configurar todos los botones perfectamente para adecuar el control a nuestras necesidades, pero aún así el teclado es la opción menos recomendable. La aventura de Nero soporta pad, y está obviamente pensada para utilizarlo pues incluso sus menús aparecen señalizados con los colores del mando de Xbox 360, que ofrece excelentes resultados de precisión y respuesta con el videojuego.
Los Demonios Nunca han Tenido Mejor Aspecto
Por fin nos encontramos con un port de videoconsolas verdaderamente impecable. Superior a sus parteneres en términos gráficos, y con una optimización envidiable.
El apartado visual es tan sobresaliente como sugieren las screens, no obstante hay que verlo en movimiento y con una resolución alta para hacernos una idea real de su calado, pues gana muchos enteros, presentando un aspecto incluso mejor en texturas y tratamiento de dientes de sierra que las versiones de Xbox 360 y PlayStation 3. Y es que desde Capcom se ha hecho un trabajo muy bueno en términos de programación, que nos permitirá gozar de Devil May Cry 4 con las opciones muy altas en una amplia gama de ordenadores.
Concretamente en uno de los equipos de pruebas de la redacción –AMD Athlon 64 X2 Dual Core 4200 + con una 8800 GT por tarjeta gráfica y 2 Gigas de Ram- Nero y compañía se mueven a unas incontestables 60 imágenes por segundo con todos los parámetros gráficos maximizados y una resolución de 1680x1050. Sin embargo si nuestro ordenador presenta unas especificaciones técnicas inferiores podremos modificar las diferentes opciones para obtener un rendimiento óptimo, modificando la presencia del antialiasing, la calidad de las sombras, las texturas, la resolución y la sincronía vertical entre otros valores.
Los grandes “jefes finales” son una constante en Devil May Cry 4, y pese a que muchos nos dejarán una sensación de Déjà Vu, no dejan de ser unas gigantescas y desafiantes moles de impecable diseño.
Por su parte los parajes que recorreremos ofrecen diseños paralelos a la línea habitual de Devil May Cry, y ofrecen sobrecogedores y gigantescos entornos góticos tan bien retratados en términos artísticos como espectacularmente detallados.
Las animaciones de los personajes siguen siendo uno de los puntos fuertes de la saga, y en esta ocasión, desde luego, no son una excepción. Los movimientos se encadenan con gran naturalidad y todos tienen un componente que mezcla la fantasía de los que no se rigen por la gravedad con la habitual paradoja de la “irreverente solemnidad” que parece querer alcanzar el juego.
El sonoro es otro apartado que funciona con brillantez. El apartado del score musical ofrece idéntica colección de temas guitarreros mezclados con otros más orquestados que es “marca de la casa”. Si bien el conjunto peca de ser algo genérico resulta fácilmente reconocible y está dotado de cierto carisma, y el conjunto es sólido. El de los efectos sonoros es otro factor espectacular, y es que todos y cada uno de los golpeos, disparos o caídas suenan tan poderosos y ruidosos como sugiere su ejecución visual.
Lamentablemente el juego, como es desagradable norma en Capcom, no llega doblado a nuestro país, y su única traducción es la de sus textos. Sin embargo hemos de señalar que las voces norteamericanas hacen un estupendo trabajo.
El contraste entre Nero y Dante es uno de los “highlights” de Devil May Cry 4. Durante la campaña manejaremos a ambos, pero su funcionamiento será tan distinto como la diversidad de sus arsenales sugiere.
Las Armas hacen más Ruido que las Palabras
¿Qué esperar de este Devil May Cry 4? Pues una versión más bonita, algo más fácil y con más variedad que sus predecesoras. ¿Es el mejor de la saga? Pues ciertamente no. Pese a ser un excelente juego está lejos de la sorpresa que supuso su primera entrega y del inconmensurable ritmo y sentido del “timing” de la que ésta estaba dotada, pero se trata sin lugar a dudas de la mejor edición que hemos visto en Pc.
Quizá uno de los aspectos que menos funcionen en cuanto a las escasas novedades es la del “estilo motocicleta” de la mencionada Red Queen. Para activarlo y aumentar la fiereza de nuestros golpeos hay que dejar un botón apretado y el proceso es algo lento, aparte de que nos obliga a caminar impidiéndonos correr, dejándonos expuestos a las decenas de enemigos que nos acechan.
También entorpece seriamente el desarrollo la cámara. Éste ha sido siempre uno de los mayores defectos de la saga, y es que la combinación de cámara móvil con fija, y sus bruscas transiciones pueden jugarnos muy malas pasadas, especialmente cuando se trata de realizar saltos con cierta precisión o cuando luchamos cerca de una pared.
Estos dos aspectos son ciertamente los únicos peros que caben ponerle al juego, y es que en todo lo demás es una experiencia rayana en lo sobresaliente. Desde los geniales combates contra hordas de enemigos hasta los majestuosos “jefes de final de nivel” todo en Devil May Cry 4 es una gigantesca descarga de adrenalina. Un título para destruir a todo y a todos sin mayores complicaciones, sin preocuparnos por el peso del guión –casi inexistente- o por la necesidad de trazar tácticas o acercamientos sesudos.
Gráficamente el juego es capaz de quitarnos el aliento de un plumazo con sus enormes escenarios y sus detallados y gigantescos enemigos. Especialmente cuidadas, como siempre, están las escenas cinemáticas, con un gran sentido de la dirección y del uso de la cámara.
La primera aventura de Nero es acción por acción, con una velocidad endiablada y, como tal, un nuevo triunfo del género del Hack and Slash en general y de la saga Devil May Cry en Particular. Un título raro en las bibliotecas de Pc por la carencia de juegos del género en compatibles, pero sin lugar a dudas la versión más recomendable para disfrutar del lanzamiento de Capcom.
Valoración de Devil May Cry 4
Devil May Cry 4 es un brillante nuevo episodio de la serie de los CazaDemonios, y ofrece las habituales dosis de la acción más espectacular a las que nos tienen acostumbrados. El port a Pc es una oportunidad extraordinaria pues presenta una optimización excepcional y un apartado gráfico preciosista y cuidado. Pese a que en esencia de esta cuarta entrega es un “más de lo mismo” esto no repercute en absoluto en su calidad, y se trata de un título muy recomendable para los amantes de la acción, el estilo gótico y la chulería.
viernes, 19 de septiembre de 2008
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