Viste con un traje negro de corte italiano, luce una calva reluciente y es un tipo realmente duro e increíblemente eficiente en el arte de matar. 47, el asesino profesional más letal del momento regresa al PC herido de muerte.
La saga Hitman se ha convertido en toda una institución en el mercado de PC. Sumergirse en la mente de un peculiar y mortífero personaje, ha generado una adicción que por lo que se ve durará varios años. Para los que no la conozcan, Hitman es un juego de acción táctica en tercera persona que mezcla acción y sigilo a partes iguales, encarnando a un asesino a sueldo con nombre en clave 47.
Desmontando a Hitman
Hitman nos introduce en la vida y misterio del agente 47, un asesino a sueldo creado por ingeniería genética con un único fin: convertirse en una máquina perfecta de matar.
Gracias a una misteriosa agencia encargada de recibir “encargos” a medida que eran ejecutados por nuestro matón profesional a cambio de dinero, Hitman tuvo la suerte de despedir de este mundo a narcotraficantes, chantajistas, ladrones de ídolos religiosos, secuestradores o incluso megalómanos del ejército.
Pero nuestro amigo, a falta de pelo, tenía un gran corazón y algo de moral, que iba haciendo mella crimen a crimen, hasta hacerle revelarse. Buscó venganza contra su creador en el primer título y reprobó la muerte por dinero después, buscando su redención en Hitman 2: Silent Assasin. Casi lo consigue, pero volvió a matar.
En esta tercera entrega, codename 47 está herido de muerte. Algo no ha salido como lo había previsto. Arrastrándose con sus últimas fuerzas por el suelo de un lúgubre apartamento en París, nuestro antihéroe empieza a sufrir extrañas alucinaciones, recuerdos que se suceden sin parar y que no son más que flashbacks de sus anteriores misiones. Ahí es donde entramos en juego. Debemos ayudarle a recordar completamente 12 misiones que cumplió en el pasado para permitirle conocerse, comprenderse y quizá salvarse.
12 misiones para salvar la vida
Los objetivos de estas 12 misiones son de todo menos bonitos, así que ya puedes prepararte para hazañas como desatar una guerra entre bandas rivales, acabar con una pareja de traficantes de armas o recuperar unas fotos comprometedoras y eliminar a los tipos que las sacaron. Por suerte, contamos con un completísimo kit de herramientas indispensables para este tipo de trabajitos. En Hitman:Contracts podremos controlar hasta 30 armas de fuego distintas más las variantes con silenciador o dual de algunas de ellas. Pistolas, escopetas, rifles de francotirador, recortadas, ametralladoras y hasta otras menos convencionales como cables de acero, atizadores, ganchos de carne e incluso cojines de delicadas plumas con los que asfixiar a nuestros objetivos. Por si te parece poco, 47 no se caracteriza por ser un follonero que va armando ruido allí por donde pasa. El sigilo, la habilidad de pasar inadvertido y sus dotes camaleónicas son su estandarte. Un profesional.
Por otro lado, algunas de las misiones con las que nos encontramos han sido rescatadas del primer Hitman (se supone que son flashbacks) sólo que totalmente remodeladas para adaptarlas a esta tercera entrega. La verdad es que resulta curioso si has jugado al primer Hitman volver a recordar esos decorados.
Técnica
Técnicamente Hitman: Contracts sigue totalmente la línea de su predecesor. Una estupenda ambientación en decorados, personajes y efectos, un gran modelo de física, una gran libertad de acción y un audio realmente excepcional en cuanto a puntos positivos. Como negativos (que también los hay), su corta duración, que algunas animaciones son un tanto flojas y que la I.A. de ciertos enemigos son dignas de un coeficiente plano.
Pero como un buen shooter (vistas en primera y tercera persona disponibles), Hitman: Contracts, es totalmente satisfactorio. Su sistema de juego es prácticamente el mismo que ha acompañado a la serie desde el principio pero maximizando las posibilidades en cuanto a libertad de acción; formas distintas de terminar un encargo y aumento del número de armas.
Valoración de Hitman: Contracts
Hay que reconocer que el equipo de desarrollo danés IO Interactive, creó un personaje memorable con gran personalidad y un conjunto técnico extraordinario con el inicio de la saga. La segunda parte mejoró notablemente la primera, pero esta tercera, Hitman: Contracts no supone apenas ninguna implementación o mejora realmente significativa sobre la segunda (aunque ha ganado en estabilidad y libertad de acción). Podríamos definirla como una expansión, que continúa los mismos gráficos y ambientaciones en general de la segunda. ¿Malo? Según como se mire. Hitman: contracts contiene la misma acción, jugabilidad, tensión y buen hacer que siempre, por lo que no puede fallar. No te defraudará.
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