El esperado regreso de una franquicia con una marcada apariencia gótica, que conjuga de forma excelente los géneros de acción y aventura con grandes dosis de sigilo e intuición. Apenas se le ha visto y jamás se le ha atrapado. Regresa Garrett, el rey de los ladrones.
Sin duda alguna, una de las razones por las que recordar los juegos del año 1998 fue Thief: The Dark Project, un título para PC que sentó las bases de lo que hoy en día se conoce como género de acción y sigilo. Aunque otros dos memorables títulos vieron la luz ese año –Metal Gear Solid y Tenchu: Stealth Assasins– para muchos Thief fue el más convincente e influenciador. El desarrollador del primer Thief y su similar secuela parece ser que ha abandonado la industria, pero afortunadamente, Eidos e Ion Storm se hicieron con los derechos para continuar con la saga durante algún tiempo.
La tercera entrega de Thief arranca con una fórmula similar a sus predecesores: una aventura de acción y sigilo en tercera y primera persona, en la que tomaremos el papel de un ladrón medieval llamado Garrett, cuya máxima afición es deslizarse por los sitios más oscuros de la ciudad para robarle a los ricos (no, no es Robin Hood, que Garrett se queda los botines).
The City, Farret y las sociedades secretas
“The city” es una ciudad medieval difícil. El crimen y la corrupción son una moneda de cambio común, donde los ricos y poderosos nobles explotan a los pobres, y la magia y la maquinaria no coexisten fácilmente.
Intentando evitar la rebelión de la fábrica de The City se encuentra la sociedad secreta The Keepers, quiénes entrenaron a Garrett, nuestro ladrón protagonista, en su juventud. Según ellos, una Edad Oscura se aproxima y el nombre de Garrett aparece en sus profecías. Esta sociedad ve en Garrett su tabla de salvación y él se propone ayudarles una vez más en sus propósitos.
Los Keepers le ofrecerán información y Garrett aportará sus nervios de acero y su innata capacidad como ladrón de guante blanco de la que ellos carecen. Garrett seguirá las pistas y su propia información para introducirse en castillos, mansiones, catedrales, mazmorras y museos, evitando a guardias armados, ladrones enfadados, monstruos escondidos y otras cosas mucho peores. Pero la tensión crece a medida que Garrett descubre los hechos y roba aquellos tesoros que los Keepers pensaban mantener ocultos. Alguien o algo dentro de la organización está intentando proteger un antiguo y oscuro secreto, y Garrett se está acercando demasiado.
El desarrollo de juego se basa en misiones enlazadas por un punto central en la que podremos asistir a los encuentros entre las tres facciones dominantes en el juego, comprar o vender objetos y armas en cualquiera de las muchas tiendas, robar dinero de los bolsillos de los transeúntes, permanecer algún que otro tiempo en la cárcel, y, por supuesto, aceptar las misiones que nos encarguen.
Pero esta ciudad es realmente extensa. Su gran longitud o división en varias zonas hacen que el tiempo de carga sea bastante considerable, y en ciertos momentos de juego debemos movernos hasta ciertos puntos que nos obligan a recorrer casi la ciudad por completo, lo que supone disponer de un alto grado de paciencia. De hecho, esta división en zonas también da lugar a algún que otro caso atípico cuando nos persigue algún enemigo y este se queda petrificado en esa zona mientras nosotros pasamos a la siguiente (con su tediosa carga claro).
Gráficos
La serie Thief siempre se ha caracterizado por su cuidado nivel gráfico, y esta tercera entrega (primera en XBOX) hace alarde del mismo galardón. Los decorados son realmente detallados y ofrecen una calidad muy alta con gran lujo de detalles. La rugosidad de las piedras de las murallas, suelos, paredes y todas las texturas en general son muy buenas. Pero lo que hace realmente llamativo a estos decorados aparte de sus texturas y realización, son los efectos de luces. El nuevo sistema de luces y sombras dinámicas empleado en el juego es casi perfecto, y recrea una atmósfera medieval extraordinaria. La iluminación de las calles, las estancias con antorchas situadas en las paredes, las sombras de los personajes… cada objeto cuenta con su propia sombra y función.
En cuanto a los personajes, más de lo mismo, la calidad de los skins o texturas es francamente bueno, si bien algunos movimientos o animaciones pecan de ser un poco rígidas en ciertas ocasiones o personajes.
Controlando y jugando con Garret
Podemos controlar a Garret desde dos cámaras diferentes, en primera y en tercera persona, tema que dio mucho que hablar durante el desarrollo del título. Los numerosos fans de PC de la saga se mostraban totalmente reacios a la incorporación de esta vista en tercera persona, pero EIDOS e Ion Storm decidieron finalmente implementarla por motivos de conseguir un tipo de “jugabilidad” más amplia y sobre todo por la versión para consola de Xbox. ¿Acierto o desacierto? Bueno, la verdad es que esta nueva vista cuenta con puntos positivos y negativos. Los negativos, el clipping y rigidez de movimientos, los positivos, una mayor libertad y precisión para realizar ciertas acciones. Desde luego, siempre podemos cambiar a la que mejor nos parezca.
Thief: Deadly Shadows cuenta con cuatro niveles de dificultad para cada misión que afectan completamente al desarrollo: cantidad de objetos a robar, número de guardias, no acabar con ninguna vida, etc., lo que aporta una duración de juego bastante considerable.
La nota discordante la pone la “no localización” al castellano del título. Sí, señores. Thief 3 está enterito en inglés. Si sabes inglés no hay problema, pero en caso contrario… el juego pierde mucho. Un lástima.
Herramientas de un ladrón medieval
Garrett cuenta con un enorme set de herramientas para llevar a cabo sus misiones. Muchas de ellas ya se encontraban en el origen de la saga, pero otras cuantas son cosecha de la casa.
Flechas de musgo para amortiguar el ruido de sus pisadas, flechas de agua para apagar antorchas y desplazarse cómodamente por la oscuridad, flechas de gas para envenenar rápidamente a los guardias, flechas normales o de fuego para propinar una muerte rápida, bombas de humo para ayudarle a desaparecer, minas, agua sagrada, bombas de aceite o gas, guantes para escalar, dagas… bueno un kit extremadamente completo propio de un ladrón de guante blanco en época medieval.
Música y sonido
Tanto la música como el sonido del juego gozan de un excelente acabado. Los efectos de sonido aprovechan las posibilidades de Dolby Digital de Xbox, y la banda sonora se amolda perfectamente tanto al desarrollo como a la ambientación del juego. Lamentablemente, Thief no se encuentra doblado al castellano, lo que es una verdadera lástima, pues las extensísimas narraciones de los protagonistas son en inglés, y muy buenas.
Valoración de Thief: Deadly Shadows
Teniendo en cuenta todos los factores analizados y lo que se esperaba de él, podemos afirmar que Thief: Deadly Shadows es un digno sucesor de la saga. Desde luego no es perfecto, algunas ralentizaciones y los tiempo de carga le quitan puntos, pero unas maravillosas y trabajadas texturas, unas fuentes de iluminación muy bien aprovechadas, sombras dinámicas, una buena profundidad de juego y una brillante historia son puntos que lo dejan muy bien situado. El hecho de que esté enteramente en inglés también condiciona bastante.
Existen otras alternativas para este tipo de juegos de sigilo como Hitman o Splinter Cell, pero bueno, la ambientación de cada uno de ellos es totalmente dispar y lógicamente uno no excluye a los otros.
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