Implacable, salvaje, superior… Crysis regresa ampliando su hegemonía en el género de la acción.
Crysis regresa y lo hace por muchos motivos: Para demostrar que es, gráficamente, el videojuego más avanzado del momento; para recalcar que FarCry no fue una casualidad, y que CryTek es un estudio de referencia en el género de la acción; y para reivindicar de nuevo a Pc como la plataforma reina para los First Person Shooters.
El lanzamiento de Crysis calló muchas bocas el año pasado. Su inconmensurable propuesta jugable dejó sin argumentos a quienes sostenían que el título de CryTek era una mera demostración tecnológica, y que no contenía valores jugables dignos de mención. El clamor de la prensa especializada y los buenos réditos comerciales obtenidos por el título hacían presagiar nuevas entregas rápidamente, y un nuevo estudio europeo de la compañía se ocuparía de su desarrollo, bajo el nombre de Crysis Warhead.
Ahora, con el videojuego en la redacción, podemos confirmar todo lo que sus desarrolladores han anunciado sobre él. Es más rápido, si, y tiene mucha más acción, pero al mismo tiempo no pierde ese agradecido componente táctico que tan buenos réditos dio en la primera entrega. Al mismo tiempo está mucho mejor optimizado, reportando un mejor aspecto gráfico que la primera parte, con similares tasas de imágenes por segundo. Incorpora, además, Crysis Wars, el cuidado multijugador, también muy mejorado con respecto a su predecesor.
¿Hace todo esto que Warhead supere al primer Crysis? El listón estaba realmente alto, y lo cierto es que ha quedado muy cerca. Descúbrelo con nosotros.
EraserHead –Argumento-
Probablemente poca gente recuerde a Nomad, el poco carismático y nada memorable héroe de la primera entrega. En CryTek, conscientes del alarmante déficit de personalidad del protagonista, han decidido dar la vuelta a las tornas en la segunda parte, que estará liderada por Psycho.
Todos los que hayan tenido la suerte de probar Crysis el año pasado si que recuerdan, en cambio, al sargento Michael Sykes -alias Psycho-, uno de los miembros del equipo de operaciones especiales que se infiltraba en la isla y que vivía un espectacular final que los aficionados a buen seguro recordarán. Como ya se ha dicho por activa y por pasiva Warhead desarrolla sus acontecimientos de forma paralela a los del primer juego, con lo cual viviremos desde el otro lado de la isla la desesperada lucha del comando contra norcoreanos y alienígenas.
Prepárate para hacer saltar todo por los aires con Crysis Warhead. El nuevo protagonista primero dispara y después pregunta.
Warhead comienza, contrariamente a la primera entrega, con una aparatosa cinemática CGI, que nos presenta a Psycho en acción, dejándonos muy claro el nuevo corte del videojuego. La intro, repleta de tiroteos vertiginosos, explosiones y saltos acrobáticos, nos muestra al nuevo héroe en su salsa y directamente inmerso en el salvaje fragor del combate, evitando repetir el climático aunque poco espectacular descenso en paracaídas sobre la isla del Crysis original.
Desde el comienzo con la presentación, Warhead es intensidad, es ritmo implacable y acción sin respiro. Es también una experiencia más cinemática, con abundantes secuencias de video y una historia más definida; más una película de acción hollywoodiense que un videojuego sesudo y complejo como era Crysis. A muchos el nuevo corte les gustará más y a otros muchos les gustará menos, pero no hace al videojuego mejor ni peor, simplemente demuestra que en CryTek también son capaces de otro enfoque, el de “ir directos al grano”.
Psycho: El Ariete –Campaña Individual-
¿Cómo logra Warhead el salvaje ritmo del que puede presumir? Pues con diferentes decisiones que, como hemos señalado, agradarán a unos y no tanto a otros. La primera característica es lograr buena parte de la intensidad recortando el tiempo de duración de la campaña.
El nuevo videojuego que nos ocupa se puede superar sin demasiados problemas en el nivel de dificultad medio en cerca de 6 horas. Delta es el máximo nivel de los cuatro presentes, y vuelve a ser la opción más adecuada para los aficionados a los shooters. Esto se debe a que no es un mero escalado de resistencia y poder de fuego de los enemigos, sino que va más bien en la línea de mejorar la IA de los rivales y suprimir algunas decisiones de diseño como las advertencias de granadas, etcétera; que hacen del juego una experiencia más realista y divertida.
Crysis Warhead se beneficia notablemente en su argumento de contar con un rostro visible en el bando de “los malos”. El despiadado comandante del ejército coreano Ji-Sung Lee será nuestro principal objetivo.
Por lo demás, y aparte del cacareado aumento del ritmo, muy pocas novedades en este Warhead. En primer lugar no se puede obviar que la jugabilidad vuelve a ser ese delicioso híbrido entre libertad para tomar decisiones y acción increíblemente buena y espectacular. De nuevo volvemos a estar ante un videojuego que propone mapas realmente gigantescos con objetivos muy lejanos entre si, y libertad total para llevarlos a cabo. Hay que recalcar que esta secuela reduce de forma notable los espacios entre combate y combate, pero siguen siendo unos paseos de tamaño considerable que requerirán a menudo del uso de vehículos. El nanotraje con el que van ataviados todos los miembros del comando vuelve a ser la principal baza a la hora de aportar las decenas de posibilidades que podemos afrontar a la hora de superar cada situación.
¿Se nos propone recoger un elemento valioso de un campamento enemigo? Si nos gusta la acción salvaje y descarnada podemos equipar la fuerza máxima para lanzar unas granadas a larga distancia en el corazón de la fortificación, y una vez hecho esto entrar a saco escogiendo el blindaje máximo, y plantándonos en mitad de la base para acabar con todos con la máxima resistencia posible a sus disparos.
Los objetivos de las misiones inciden a menudo en el nuevo corte de Warhead, y mientras que en el primer título muchas de ellas consistían en salvar a alguien, hacerse con información, o sabotear un radar; en el nuevo título la mayoría consiste en reducir a cenizas determinadas instalaciones enemigas o acabar con patrullas y transportes. Esto, sin embargo, no significa que no haya lugar para otras tácticas más “discretas”. Si lo nuestro es el sigilo, vuelve a estar presente la posibilidad de optar por el camuflaje visual y colarnos en las instalaciones en silencio, para acabar con los rivales uno por uno. Las diferentes variaciones están a disposición del usuario y es éste quien decide, como viene siendo agradable santo y seña en los juegos de CryTek.
El espectáculo de explosiones y disparos de Warhead alcanza extremos de demostración de fuegos artificiales. La paradisíaca isla de Crysis se torna más que nunca un verdadero infierno.
Engrasando los Engranajes –Mejoras-
Warhead, pese a ser más corto y gozar de menos chispa que el original, mejora una serie de elementos importantes que en su predecesor no acababan de funcionar como el resto del videojuego.
En primer lugar, y como ya hemos señalado, el argumento gana muchos enteros. No es que estemos precisamente ante un complejo ensayo filosófico, pero si que se nota que se han cuidado más algunas facetas de la narrativa y del protagonista principal.
Por otra parte las secciones de los alienígenas, la segunda mitad claramente deudora del cine de ciencia ficción del primer Crysis, también han sufrido una profunda remodelación para esta ocasión. Se han ampliado los límites de los mapas para los niveles en los que los extrarrestres son el enemigo, y el juego se beneficia sustancialmente de este hecho, pues las posibilidades a la hora de enfrentarse con ellos aumentan de forma muy importante.
Y es que todo lo que hace referencia a los enemigos sobrehumanos está muy mejorado. Es una parte mucho más desafiante que el correcalles de la primera entrega, y además se incorporan nuevos tipos de enemigos alienígenas, más duros de roer y también dotados de los formidables diseños de sus hermanos extraterrestres.
Warhead, por si fuera poco, aporta algo más de variedad a la fórmula Crysis, e incorpora una selección más abierta de episodios jugables. No los describiremos por no estropearle la experiencia jugable a quien desee verse sorprendido, pero son eventos muy acertados que aunque están claramente basados en scripts y su funcionamiento y posibilidades son bastante cerrados, aportan un condimento de frescura y novedad que resulta ciertamente agradecido.
También hay novedades en armas y vehículos. Entre las incorporaciones de los primeros se cuentan entre otros el potente lanzagranadas, la posibilidad de cargar con armas duales y las devastadoras minas anticarro. Por parte de los medios de locomoción brillan con luz propia el robusto APC y los hovercraft, que protagonizan uno de los más memorables niveles del título.
CrysisWars –Conflicto a Escala Global-
Bajo el nombre de Crysis Warhead, y dentro del mismo embalaje, también encontramos Crysis Wars; la vertiente multiplayer del título que acompaña a la, por lo demás, bastante corta experiencia individual del videojuego. Esta parte, de hecho, viene en otro DVD dentro de la propia caja, y requiere de una instalación aparte y de sus propios parámetros de configuración gráfica y de controles.
Wars amplía de forma radical las posibilidades on-line de Crysis, y añade nuevos modos, más mapas y una jugabilidad, en general, mucho más pulida y cuidada. Los tres tipos de partida entre las que podemos optar son Lucha de Fuerzas, Acción de Equipo y Acción Inmediata.
El primero de los modos propone capturar y conservar diferentes objetivos estratégicos, como pueden ser fábricas, instalaciones, etcétera. Los dos equipos –EEUU y KPA- saltan al campo de batalla con idénticas metas y gana el que las consigue llevar a cabo. Para obtener potencial deberemos desbloquear diferentes elementos de combate mediante la conquista de sus fábricas, así si capturamos instalaciones de vehículos obtendremos acceso a esos vehículos y así sucesivamente.
Crysis Wars logra un estupendo equilibrio entre las fuerzas para aportar una experiencia multijugador realmente divertida. Helicópteros, jeeps, lanchas e infantería luchan por sus objetivos en gigantescos mapas.
Al vencer a nuestros enemigos o capturar construcciones conseguiremos puntos de prestigio, que podremos emplear para conseguir equipamiento en las zonas de compra.
Se trata de un agradable y complejo modo en el que de alguna manera se emulan características de algunos éxitos recientes de la acción multijugador como Battlefield. Es una puesta apunto de las ideas que se esbozaron en el primer Crysis, pero en esta ocasión llevadas a cabo con mayor acierto y con un diseño de mapas muy superior.
Por otro lado la Acción Inmediata son meros deathmatch sin tiempo de regeneración, y la Acción Inmediata por Equipos es la variación en forma de equipos que mezcla elementos de los otros dos modos. De nuevo norcoreanos y norteamericanos vuelven a enfrentarse en dos equipos por puntos.
Los mapas para todos los modos varían sensiblemente en su extensión, aunque cuentan con un tope máximo para 32 jugadores. Algunos modos cuentan con sus mapas específicos, así pues Lucha de Fuerzas tiene sólo nueve localizaciones, mientras que los otros dos modos de juego cuentan con doce.
Crysis-CryTek-CryTech
En primer lugar cabe destacar que Crysis Warhead no requiere del Crysis original, y funciona como lo que es, un videojuego totalmente independiente. Instalado en el disco duro Warhead roza los 6 gigas, si además añadimos Wars el espacio en disco necesario es de 11 gigas.
En los aspectos más puramente gráficos el nuevo título de CryTek empuja, si cabe, un poco más el listón sobre lo que puede considerarse fotorealismo en un videojuego. Warhead mejora algunos aspectos como la definición de las texturas o el trabajo sobre la luz, efectos que logran una capacidad de inmersión sin precedentes.
La iluminación ha sido uno de los apartados que más han progresado desde el primer Crysis. Ya en DirectX9 se trata de un videojuego apabullante en este sentido, pero los resultados obtenidos con las librerías de DX10 son sencillamente para quitarse el sombrero.
Además el nuevo videojuego profundiza en los aspectos artísticos mucho más que su predecesor, sustituyendo las reiterativas construcciones norcoreanas y alienígenas de la primera parte por diseños mucho más originales y variados. Encontrarse una pequeña taberna al lado de la playa es sólo un pequeño matiz de lo que el Crysis original no ofrecía y que si alberga esta ocasión, y esta faceta en la dirección de arte se dispara con la aparición de los alienígenas, que en esta ocasión no limitan la belleza del videojuego sino que la disparan con momentos inolvidables.
En líneas generales Warhead es una versión corregida y aumentada de las impresionantes bondades visuales que ya detallamos en el análisis de Crysis el año pasado. Donde verdaderamente esta secuela supera a su referente es en el apartado de optimización, haciendo de éste un título mucho más accesible a una amplia gama de ordenadores.
En uno de los equipos de pruebas de la redacción –AMD 4200 X2, 8800 GT y 2 Gigas de Ram- conseguimos unas tasas de imágenes por segundo estables en unos muy respetables 40-50 frames por segundo con la práctica totalidad de opciones maximizadas y empleando una aceptable resolución de 1280x1024 pixels. Aumentando la resolución a valores más atractivos y de formato panorámico se recorta radicalmente el rendimiento aunque, como es lógico, se obtienen unos resultados visuales muy superiores, y en todo momento se mantiene el frame rate en valores francamente buenos.
Hemos detallado ese equipo y sus resultados porque consideramos que puede parecerse razonablemente a lo que un jugador de FPS puede considerar un ordenador de gama alta pero dentro de unos límites de precio razonables. Sin embargo también hemos testeado el videojuego en un Pc mucho más potente optando por las librerías DirectX10. Aquí los resultados han sido los tradicionales, pues pese a que se obtiene una iluminación única, entre otros matices, el rendimiento se reduce demasiado desequilibrando la relación requerimientos-calidad obtenida.
Warhead mejora muchísimo los exigentes requisitos de hardware de Crysis. El título obtiene mejores tasas de imágenes por segundo y adopta en sus opciones los simpáticos valores Mínimo, Estándar, Jugador y Fanático, para medir la calidad gráfica de sus opciones.
No obstante también hemos querido comprobar si tenía razón CryTek al sostener que se podía disfrutar perfectamente de Warhead en ordenadores realmente modestos. Hemos testeado el producto en un microprocesador de 2,8 Ghz y con una GeForce 6800, y con un equipo de estas características obtendremos unas tasas de imágenes por segundo más que razonables si optamos por opciones gráficas medias y no nos inclinamos por resoluciones disparatadas.
Hay que remarcar, por otra parte, que el juego exige una validación a través de Internet para poder comenzar a utilizarlo. Tanto en su versión Warhead como en la parte Wars. Se trata del nuevo y polémico procedimiento de protección de SecuRom que Electronic Arts está empleando en sus lanzamientos recientes de Pc.
En el apartado sonoro también hay mejoras. Los efectos de sonido están directamente reciclados del Crysis original, aunque la música ha aumentado sensiblemente en variedad y calidad, con un gran número de partituras mucho más variadas que las de su predecesor. Contrariamente a lo que señala el embalaje del videojuego –que sólo marca los textos y el manual como traducidos a nuestro idioma- el juego al completo está enteramente localizado al español, con un nivel de doblaje razonablemente bueno.
Valoración de Crysis Warhead
CryTek vuelve a demostrar su hegemonía en los shooters en primera persona, y lo hace con una nueva joya. Una campaña breve pero dotada de un ritmo brillante es su principal atractivo, y en esta ocasión no se ha descuidado un apartado multijugador que se torna una de sus principales bazas. Una nueva demostración del inapelable estado de salud del que goza el género de la acción en el siglo XXI. Por último hay que reseñar que rara vez mencionamos el precio en las valoraciones finales, pero es que tener disponible desde su lanzamiento un videojuego de la talla de Crysis Warhead por menos de 30 euros es un dato a tener en cuenta.
jueves, 23 de octubre de 2008
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