jueves, 2 de octubre de 2008

Unreal Tournament 3

Rápido, alocado e intenso. Un majestuoso espectáculo de acción y destrucción visceral.

El Rey de la acción multiplayer está de vuelta. El más rápido, el más violento, el más frenético… Unreal Tournament 3 ya está aquí, y llega con fuerza para reclamar el trono que le pertenece. El impresionante Unreal Engine se pone al servicio de la auténtica locura que Epic ha preparado para ti.

Quien no ha jugado nunca a un Unreal Tournament no sabe lo que se está perdiendo. Una saga venerable que si no existiera habría que inventarla. Adorado por muchos, odiado por otros; lo cierto es que UT no deja indiferente a nadie y como tal al menos hay que probarlo para tener una opinión formada.

La tercera entrega de la serie, tercera sólo de nombre, llega pisando fuerte gracias fundamentalmente al poderío gráfico del motor Unreal Engine 3.0. Un auténtico monstruo que es capaz de recrear unos paisajes increíbles, con unas texturas muy detalladas, y poblados por decenas de personajes con un modelado que hacen palidecer al del 90% de los juegos de acción de la actualidad. ¿Y sabes qué? Todo eso a una velocidad arrolladora que te dejará sin respiro.

El Agotador Ritmo de un Grande

O lo adoras o lo odias. Así de sencillo. Pese a que nadie puede cuestionar lo que en su momento fueron los apartados gráficos de las sucesivas entregas de Unreal -cada una en su momento-, lo cierto es que es el factor jugable de UT es precisamente el que siempre ha despertado tanta admiración como desprecio.

En la campaña de Unreal Tournament 3 seremos Reaper. Un “cachas” al más puro estilo Gears of War que tratará de salvar a la humanidad de la amenaza Krall.

Muchos lo acusan de ser una concesión al público más casual y más arcade, y otros no soportan la perpetua sensación de asfixia que provoca la vertiginosa velocidad que transmite. Como en 3DJuegos no somos elitistas y no crucificamos a nadie por ser un jugador casual lo cierto es que adoramos Unreal Tournament como lo que es, un entretenimiento violento, rápido y adictivo.

Esta nueva entrega ha venido acompañada de una cantidad ingente de retrasos, lo que ha provocado una expectación impresionante. Cuando en mayo de 2005 tuvimos noticias del juego por primera vez ya se destacaba en el horizonte como el benchmark gráfico a superar por el resto; ahora, casi dos años y medio después, sigue brillando con luz propia como uno de los juegos de acción más avanzados en lo visual que se pueden admirar en estos momentos.

Pero lo que realmente destaca en Unreal Tournament 3 es su desbocada jugabilidad, su ritmo frenético que deja literalmente sin aliento, y su brutal capacidad de adicción que hará que cada vez que nos maten tamborileemos impacientes con nuestros dedos sobre el botón de resurrección para volver lo antes posible al campo de batalla y despedazar a quien osó acabar con nosotros.

Unreal Tournament 3 es exactamente lo que esperábamos de él con todo lo bueno y malo que eso conlleva. La calidad del producto sigue intacta como cabía suponer, aunque quizá tiene menos sorpresas de las que esperábamos después de tanto tiempo. Aun así se trata de una experiencia revitalizadora entre tanto shooter pausado y táctico, un juego de acción visceral y una auténtica locura que lleva los términos de muerte y destrucción a unas cotas a las que, hoy en día, muy pocos pueden aspirar.

Acaba con Todo… Acaba con Todos

Los modos de Unreal Tournament 3 son los clásicos de todo juego multijugador, con algunas sorpresas. Los seis estilos son Combate a Muerte, Equipo Deathmatch, Captura la Bandera, Captura la bandera –en vehículos-, Armamento y Duelo.

Combate a Muerte es el típico todos contra todos. Un fenomenal espectáculo de muerte en el que todos son tus enemigos y en el que, por supuesto, vence el que más veces consigue aniquilar a sus enemigos.

Si al principio no tenemos demasiado claro que dirección tomar, unas flechas aparecerán en pantalla para indicarnos hacia donde debemos ir.

Equipo Deathmatch es idéntico al Combate a Muerte en estilo y mapas, con la única diferencia de que nos unimos en grupos para acabar con los contrarios.

Captura la Bandera es la clásica revisitación “made in Unreal” de los clásicos juegos multiplayer de captura la bandera. El funcionamiento es tan sencillo y sobradamente conocido como el de robar la bandera enemiga y tratar de llevarla hasta nuestra base y mientras tanto defender también la bandera de nuestro propio equipo. Gracias a su sencillez y espectacularidad es uno de los modos más recurrentes, aunque su número de mapas también es el más reducido por las peculiares condiciones que tienen que cumplir.

CTF del vehículo es el críptico nombre escogido para lo que es en esencia el fenomenal “captura la bandera en vehículos”. Una brillante reformulación del modo de juego en el que se apuesta por los mapas más grandes, y donde el empleo de vehículos es fundamental. Este tipo de acción tiene también sus propios mapas y brilla de manera sobrecogedora en los escenarios Corruption, Necrópolis y, sobre todo, en Sandstorm un majestuoso paraje azotado esporádicamente por una brutal tormenta de arena.

Armamento es la brillante vuelta de tuerca a uno de los más interesantes modos de juego de los pasados Unreal Tournament, pero con los suficientes elementos nuevos como para convertirse en una experiencia totalmente nueva. En este estilo por equipos deberemos unir una serie de nodos a lo largo del campo de batalla, para poder acceder a la destrucción del núcleo del equipo enemigo. El daño de este núcleo se mide en un porcentaje de energía, y el que antes logra destruir el de sus rivales es el vencedor. Al acceder a los diferentes núcleos obtendremos suculentas ventajas como pequeños arsenales y otros incentivos, y además se pondrán a nuestra disposición los “hoverboards” una especie de patines voladores que nos llevarán de un lado a otro a gran velocidad.

Por último encontramos Duelo, que bajo los mismos patrones del deathmatch y en sus mismos mapas, nos enfrentará contra un solo rival.

En las partidas de “Armamento” deberemos unir los diferentes nodos de nuestro bando para acceder al núcleo enemigo. El equipo que logra destruirlo gana la partida.

Para cerrar este apartado debemos destacar el habitual exquisito gusto con el que Epic elabora los escenarios de Unreal Tournament, tanto a nivel artístico como en términos de mapeado. Todos los lugares de lucha disponibles tienen esa poderosa sensación de jugar al gato y al ratón por sus cierres perfectos sin puntos muertos. Son tan buenos y los puntos de resurrección están tan bien distribuidos –siempre cerca de armas poderosas y en dirección a los “puntos calientes”-, que será poco menos que imposible pasar más de 10 segundos sin ver a un enemigo. Lamentablemente, y contra todo pronóstico, hay menos mapas deathmatch de lo esperado, y es que catorce para un juego orientado fundamentalmente al multijugador no se nos antojan demasiados. Si bien es cierto que hay mucho contenido desbloqueable, y que en un futuro se añadirán nuevos paquetes con mapas para completar la experiencia.

Todos los escenarios tienen un número máximo de 32 jugadores en la versión de PC, por los 16 con los que contarán las versiones de consola cuando sean lanzados el año que viene; no obstante el número más alto que suele recomendar el programa para los escenarios más grandes suele oscilar alrededor los 12.

Don´t fear the “Reaper”

Unreal Tournament 3 venía con la firme promesa de ofrecer una vasta campaña con un hilo argumental trabajado, y que no fuera todo ello un mero y vulgar acompañamiento para el multijugador, sino un elemento con personalidad y peso propios.

Esto suena muy bonito, pero ¿realmente lo han conseguido? La verdad es que no. Y lo cierto es que ni tan siquiera se han esforzado ni un poquito. Resulta forzoso introducir los conceptos de los torneos en un modo historia, y por supuesto se fracasa porque el empeño ha sido mínimo.

En el modo “individual” seremos Reaper un joven soldado que tras la devastación de su colonia por los temibles Krall se unirá a los Ronin, y tras un brevísimo periodo de entrenamiento comenzará a luchar en una guerra que se decide en base a conceptos absurdos como el de captura de la bandera.

Las escenas cinemáticas están tremendamente cuidadas, pero la intención de introducir una supuesta guerra entre facciones que se decide en base a torneos es totalmente absurda, y se carga cualquier intento de inmersión o tratamiento de los personajes que los escasos cortes de video pudieran tener.

Como es habitual en la saga, la riqueza y variedad de los escenarios son dos de los principales pilares de los siempre frenéticos mapeados de Unreal Tournament.

La duración es muy razonable y los modos de juego son los mismos que en el multijugador, pero de ningún modo hacen recomendable la compra del producto si no contamos con conexión a Internet, puesto que jugar a Unreal Tournament sin compañía humana es perderse buena parte de lo que el juego en realidad ofrece.

No obstante el desafío de los bots es alto, aunque no debido a una inteligencia artificial competente, sino más bien a una capacidad de puntería y poder de destrucción realmente altos. Su comportamiento no particularmente brillante, su habitual actitud estática y su incomprensible insistencia por cruzar por determinados lugares del mapa poco recomendables les convierten en rivales previsibles y asequibles, hasta en los niveles de dificultad más altos.

Armas de Destrucción Masiva

Unreal Tournament siempre ha destacado por gozar de un arsenal de armas a la altura de la fama de la saga. Si bien no son la cosa más original e innovadora del mundo, si que es cierto que son instrumentos competentes y poderosos con los que acribillar al enemigo es siempre divertido.

Sería absurdo enumerar y explicar el vasto número de armas con las que cuenta Unreal Tournament 3, de hecho la mayoría son revisitaciones de muestras de armamento de anteriores entregas con escasas modificaciones. Sin embargo debemos destacar el siempre eficiente cañón antiaéreo; el portentoso lanzacohetes -que recurre de nuevo al disparo de misiles acumulativo como ataque secundario-; el legendario bio-rifle convenientemente modificado; y la genial ametralladora Stinger. En lo “negativo” destaca el rifle de precisión, una obligación en los títulos de acción pero cuya mirilla, a la velocidad que transcurre el juego, es una incomodidad más que una ayuda.

En referencia a los vehículos hay que señalar que los de los “buenos” son esencialmente los mismos de siempre con un diseño muy tradicional y, por qué no decirlo, algo aburrido. Por su parte los Krall, por ejemplo, incluyen suculentas novedades como el genial Scavenger o los increíbles tanques con los que cuentan. Un ejemplo de originalidad, con un estilo orgánico y mecánico al mismo tiempo que de alguna manera recuerda a H.R. Giger.

Scavenger es una de las mejores adiciones al universo Unreal. Este vehículo es una mezcla de pulpo y arácnido mediante el cual podremos lanzar descargas de energía, o convertirnos en una bola y aplastar a nuestros enemigos.

Las facciones entre las que podemos escoger son Iron Guard, Ronin, Krall y Liandri. Los primeros son unos mercenarios adiestrados para el combate; con los segundos lucha el protagonista del modo campaña, Reaper, y son los supervivientes de una masacre a cargo de los Krall; los Krall precisamente son los peones de guerra de los Necris, y son una especie de reptiles con temible aspecto humanoide; por último los Liandri son robots de seguridad de una corporación minera.

Gráficamente Impecable

Señores. Con ustedes –de nuevo- el Unreal Engine 3.0. El avasallador engine gráfico de Epic demuestra que es uno de los grandes motores de la actualidad, y cierra la boca a quienes le acusaban de no ser capaz más que de mover a un puñado de personajes en entornos muy cerrados.

Unreal Tournament 3 es un auténtico “Tour de Force” visual con unos gráficos extraordinarios y un gran rendimiento a nivel de optimización. Y es que de nada sirve tener un juego precioso si luego en nuestro equipo corre a 20 frames por segundo. Y eso precisamente en un juego en el que la velocidad es tan necesaria como en este es fundamental.

En el equipo de pruebas (AMD Athlon X2 4200 con dos gigas de memoria Ram y una gráfica XFX 7900GT) el juego se mueve sin problemas entre los 50 y 40 frames por segundo, con una resolución de 1280x1024 y con las escasas opciones gráficas al máximo.

Resulta especialmente encomiable viendo los “fregados” que habitualmente se arman en pantalla con gigantescos vehículos de varios metros de altura disparando a los detalladísimos personajes, todo ello enmarcado en unos escenarios muy cuidados y con unas texturas extraordinarias.

A destacar la belleza de todos y cada uno de los escenarios, de una variedad y un buen gusto realmente apabullantes.

Debemos destacar que el juego soporta la aceleración de chips para físicas; drivers que, como es desagradable costumbre, el juego no nos consultará a la hora de instalar.

En lo sonoro la banda sonora es adecuada con temas que se adaptan a los diferentes entornos. Los templos orientales tienen música de ese corte, y las masacres en lugares futuristas tienen unos temas basados en la electrónica; pero todo dentro de unos márgenes muy razonables y con una calidad media bastante alta aunque no memorable.

En el modo campaña, y bajo un débil hilo argumental, escogeremos entre diferentes misiones, todas ellas basadas en los habituales torneos del juego.

Los sonidos cumplen con solvencia; mientras que el doblaje es irregular y con un reparto de voces poco adecuado, aunque la escasez de videos del modo campaña convierten este hecho en un mal menor.

Valoración de Unreal Tournament 3

Unreal Tournament 3 vuelve a ser el principal exponente de la acción multijugador más desenfrenada y frenética. Unreal Engine 3.0 demuestra una vez más su sobrada capacitación para reproducir entornos preciosistas muy cuidados, y para ofrecer modelado de personajes espectacular. Poderosas armas, estupendos mapeados y la vertiginosa y salvaje acción de siempre. Una apuesta segura para los amantes de los shooters más rápidos y desenfrenados.


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