viernes, 21 de noviembre de 2008
Dead Space
Opresivo, cruel e increíblemente salvaje, el navío del terror espacial abre sus sanguinarias puertas.
Pc necesitaba un survival-horror de cierto calado inmediatamente… Dead Space viene a llenar ese desolador hueco dejado por las ausencias de grandes del género como Silent Hill o Project Zero. Un soplo de aire fresco al terror en los videojuegos, y un título tan atmosférico y opresivo como cruel y sin escrúpulos… Justo lo que el género necesitaba.
Hay abundantes géneros fuertemente encorsetados. La estrategia, los shooters en primera persona… tipos de juegos donde encontramos decenas de lanzamientos formidables, pero que a menudo parecen estar todos cortados por el mismo patrón. Y el Survival-Horror no es ninguna excepción.
Es por ello que la presencia de Dead Space es ciertamente agradecida. Ahondando en los mismos parámetros que deben hacer grande a cualquier título de este estilo –protagonista que camina en solitario, enemigos monstruosos, entornos opresivos-, el nuevo lanzamiento de Electronic Arts se separa del resto de oferta del género apostando por una serie de matices que lo convierten en una oferta difícil de rechazar.
La Next-Gen demuestra que puede usar su potente hardware para la inmersión, creando un mundo de pesadilla en el que es increíblemente fácil sentirse angustiado, y haciendo uso de un sonido digital como pocas veces hemos visto. Dirección artística, inconmensurables valores de producción y enorme amplitud de medios puestos a disposición de la jugabilidad. Como debe ser.
Perdidos en el Espacio
Es imposible no sentarse ante el teclado y ratón de Dead Space y no acordarse inmediatamente de Alien, la película de 1979 firmada por Ridley Scott. A pesar de que la cinta de ciencia ficción está a punto de cumplir 30 años, su legado permanece indeleble, y resulta obvio que para EA Redwood Shores ha sido una referencia imposible de eludir.
Los enemigos de Dead Space son la tripulación del Ishimura mutados hasta extremos inhumanos. Esto hará que algunos de ellos parezcan hombres, mujeres e incluso bebés.
En Dead Space encarnamos a Isaac Clarke, uno de los técnicos de ingeniería de una pequeña nave de rescate, el SC Kellion, que acude al auxilio del navío USG Ishimura ante el silencio en las comunicaciones de éste, uno de los buques más grandes de la flota estelar.
En el puente de nuestro pequeño buque de rescate conoceremos a los tripulantes de este equipo, y entraremos en contacto por vez primera con Nicole Brennan, miembro del servicio médico del Ishimura, a través de un mensaje suyo grabado hace meses. Esta persona es importante en la vida de Clarke, y será uno de sus principales incentivos a la hora de acometer esta misión, en principio rutinaria.
Un fallo de maniobra en el aterrizaje del Kellion causa su destrucción en los hangares del Ishimura, y el equipo de rescate descubrirá nada más pisar el gigantesco carguero que están aislados en su interior. No pasará mucho tiempo antes de que se cumpla el topicazo del género y nos separemos del equipo de rescate, dividiéndose éste en un momento determinado ante el primer ataque de las misteriosas criaturas que pueblan el navío.
A partir de entonces viviremos cerca de 15 horas de absoluto frenetismo en una de las campañas individuales más fascinantes e intensas que hemos vivido este año. La invasión de estos Necromorfos no sólo convierte a los tripulantes de la nave en criaturas imposibles y peligrosas, sino que además está destruyendo la maquinaria del buque a una velocidad vertiginosa. Esto hace de Dead Space un título donde no deberemos únicamente atacar a los enemigos y defendernos de ellos a golpes o tiros, sino que también deberemos resolver puzzles para tratar de devolver los dispositivos a su estado normal.
No todas las criaturas a las que nos enfrentaremos serán meros “soldados rasos”, también habrá gigantescos jefes finales. Algunos de ellos son sencillamente impresionantes y terroríficos.
Moderno Nostromo
El verdadero protagonista de Dead Space, sin embargo, no es Isaac Clarke, es el USG Ishimura, el navío espacial que nos dará cobijo durante toda la aventura. Sus metálicas entrañas salpicadas de pasillos estrechos y gigantescas estancias serán el claustrofóbico marco del videojuego, y cada esquina que doblemos o puerta que abramos ocultará tras de si un nuevo reto.
Isaac, por su parte, no es el clásico héroe de acción, y resulta un protagonista ciertamente torpe en sus movimientos, especialmente si optamos por jugar al título con ratón y teclado. Por si fuera poco la mayoría de su arsenal está más relacionado con su trabajo de reparaciones que con la acción, y tan sólo encontraremos un arma en toda la campaña que realmente se asemeje a lo clásico de un título de estas características.
Estas herramientas, sin embargo, se revelan como excelentes útiles para despiezar a nuestros enemigos, y es que las mutilaciones más salvajes son una constante en Dead Space como tanto nos han insistido los chicos de EA en nuestros encuentros. La primera de ellas, sin ir más lejos, es una especie de cortadora que hará un trabajo formidable cercenando las extremidades de las criaturas.
Hay multitud de armas en Dead Space. Mientras que algunas cortan a los enemigos o congelarlos, con otras podremos mover cosas o incluso ralentizar el tiempo para el elemento al que apuntemos, esté vivo o muerto.
Cada uno de los tipos de oponentes a los que nos enfrentemos tienen un punto débil, aunque la práctica totalidad de ellos requiere de cortar sus brazos y piernas antes de poder acabar definitivamente con ellos. Si, por ejemplo, amputamos sus extremidades inferiores, éstos seguirán caminando hacia nosotros haciendo uso de las superiores; mientras que si les cortamos la cabeza seguirán caminando, aunque a ciegas, y continuarán siendo un rival muy serio.
¿La mejor estrategia? Para casi todos ellos sirve el cortar o volar todo lo que sobresalga del tronco y, una vez estén en el suelo tendidos, pisarles brutalmente hasta asegurarnos de que estén bien muertos.
También hay, por lo tanto, combate cuerpo a cuerpo, aunque éste es mucho menos satisfactorio que la vertiente de las armas a distancia. A menudo un enemigo saltará directamente sobre nosotros y tratará de atacarnos, con lo cual deberemos presionar una tecla lo más rápidamente posible para quitárnoslo de encima. Por otro lado también podemos usar nuestras armas a modo de objeto contundente, es una acción poco práctica y algo brusca, especialmente derivada de las escasas capacidades para el combate de Clarke.
No obstante la mutilación que se puede aplicar a los monstruos también nos afecta a nosotros, y es que si dejamos que uno de ellos se acerque demasiado puede arrancarnos un brazo, hacernos perder una pierna o sencillamente cortarnos por la mitad. Lógicamente nosotros no somos Necromorfos, con lo cual perderemos la vida directamente en cualquiera de estas circunstancias.
El Corazón de las Tinieblas
Avanzando por el Ishimura descubriremos que no todo es acción en el mundo de Dead Space, también habrá que resolver algunos puzzles de diversa dificultad. Por lo general todos serán sencillos, aunque a pesar de su escasa dificultad no dejarán de ser divertidos.
Se trata, por un lado, de la energía cinética que nos permitirá mover objetos por las habitaciones como si de telequinesia se tratara. Gracias a esto podremos resolver infinidad de puzzles, por ejemplo, moviendo fusibles en el aire hasta introducirlos en algún mecanismo que activar. La otra alternativa se basa en la alteración del tiempo para determinados elementos. Empleando este accesorio podremos ralentizar puertas que se cierran a toda velocidad, y que de no emplearlo debidamente podrían aplastarnos con su hoja.
Sin embargo las dos opciones pueden ser empleadas también para la acción, pues por ejemplo podemos ralentizar a un enemigo para dispararle con más calma, o arrojarle a otro algún contenido explosivo o incluso extremidades a modo de arma.
Todo tiene munición en el mundo de Dead Space, y contar con suministros será parte del rompecabezas del título. A menudo podremos recoger cartuchos para las armas simplemente obteniéndolos de los cadáveres de los enemigos, así como botiquines y otros accesorios. Deberemos racionar nuestras posesiones, por lo tanto, pues quedarse sin munición para un arma puede suponer la muerte, y sin energía para el aparato cinético puede suponer el atasco en una zona y tener que retroceder a por más baterías. Podremos vender los elementos o almacenarlos en depósitos accesibles desde cualquier punto de la nave, pues el espacio en el inventario es ciertamente limitado.
Dead Space cuenta con tres niveles de dificultad al inicio –el cuarto se desbloquea al terminarlo-, el más alto es el que convierte la experiencia de jugar al título en la más devastadora y terrorífica.
Por otro lado también se pueden mejorar los diferentes accesorios empleando los nodos que encontremos. Así se nos brindará la capacidad de mejorar, por ejemplo, nuestra energía, resistencia o capacidad de oxígeno –para nuestros paseos por el espacio-; o también la efectividad y prestaciones de nuestras armas.
Space Oddyssey
Es difícil conseguir un grado de inmersión como el que Dead Space logra con el usuario, y lo consigue fundamentalmente apoyado en una dirección artística sensacional, y en una serie de decisiones conceptuales de gran acierto.
En primer lugar cabe destacar que todo lo que hacemos en el juego lo llevamos a cabo desde la misma perspectiva, y siempre en tiempo real. Ya sea consultar el mapa, echar un vistazo a nuestro inventario o accionar paneles y dispositivos; todo ello se lleva a cabo con idéntica cámara en tercera persona, exponiendo los interfaces a nuestra vista como si fuéramos el propio Clarke. Todo ello es aplicable también a armas y salud. La munición que nos queda en cada dispositivo está escrita en la pantalla de éste, mientras que la vida está expuesta mediante una barra de color en la espalda del propio Isaac.
La primera vez que salgamos al espacio será una experiencia impactante. Veremos el gigantesco vacío galáctico a través de la maltrecha estructura del Ishimura con cadáveres flotando bajo los efectos de la siniestra gravedad cero.
Todo ello viene, además, acompañado de un apartado gráfico sencillamente sensacional, y que consigue hacer de Dead Space un título realmente bonito de ver pese a la truculencia de su propuesta. El conjunto está muy cuidado desde el punto de vista artístico y técnico, y las paredes y estructuras gozan de una excelente texturización, estando salpicadas de curiosos posters y carteles que nos muestran algo de cómo era la vida en el futuro en general y en el Ishimura en particular.
Clarke cuenta con un acabado igualmente extraordinario, con unas animaciones muy cuidadas y una carga poligonal fantástica. Lo mismo se puede decir de las criaturas de pesadilla que pueblan el Ishimura, y que pese a su aspecto imposible se mueven con inusitado realismo. Todas ellas cuentan con tentáculos o extremidades bizarras que podremos amputar, y sus cuerpos se deshacen bajo el fuego de nuestras armas con desagradable veracidad.
Poco que objetar, por lo tanto, en lo gráfico. No obstante lo tecnológico, pese a componer un conjunto muy notable, si que cuenta con algunas pegas, por pequeñas que sean. En primer lugar los escenarios son muy rígidos, y están fuertemente scriptados. Puede que nosotros no podamos echar abajo una estructura, aparentemente endeble, pero acto seguido un monstruo la derribará cual castillo de naipes. Es una constante, y le resta algo de realismo al título por mucho que tratemos de relativizar su importancia.
En lo visual Dead Space es un producto muy cuidado y detallado. La cámara en tercera persona se muestra como un acierto total, y compone una jugabilidad muy inmersiva.
En el aspecto de rendimiento el videojuego se mueve de forma impecable, aunque hay alguna esporádica caída en la tasa de imágenes por segundo con algunas explosiones o efectos de gran tamaño.
En el aspecto de rendimiento el videojuego se mueve de forma impecable, si disponemos de un equipo que se adecue a los requisitos recomendados que exige el título. En uno de los equipos de pruebas de redacción –AMD 4200, 8800 GT, 2 Gb de Ram- se obtienen unas tasas de imágenes por segundo muy estables que superan ampliamente los 30 frames por segundo, si bien es cierto que éstas en ocasiones sufren alguna caída con algunas explosiones o efectos visuales de gran tamaño. El título exige de cerca de 8 gigas de nuestro disco duro para su instalación.
El sonido es el otro aspecto de producción que nos permite sumergirnos hasta los extremos de tensión y angustia que logra Dead Space. El videojuego llega a nuestro país enteramente localizado al español, tanto en sus textos como en sus voces. Lamentablemente la versión que nos ha facilitado Electronic Arts para hacer la review está en inglés, con lo cual tendremos que esperar a su puesta a la venta en nuestro país para evaluar este apartado de nuevo, editando el análisis con nuestras conclusiones sobre el doblaje, pues consideramos que en un título de estas características es de gran importancia.
La banda sonora raya a gran altura, con abundancia de temas musicales con el mismo corte que podríamos esperar de una superproducción hollywoodiense sobre terror en el espacio. Los efectos de audio son también sencillamente impresionantes, con mención especial al ahogado sonido de nuestros disparos, pasos y acciones en el espacio y a la agitada respiración de Clarke, prácticamente lo único que oiremos con nitidez.
Valoración de Dead Space
Dead Space es uno de los mejores Survival Horror de los últimos años. Tenso, violento e increíblemente agresivo; jugarlo por la noche y con un 5.1 a buen volumen puede depararnos los sustos más espectaculares de nuestra vida. Nos guste o no el terror, lo nuevo de EA es algo que, como mínimo, hay que probar.
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