Prepárate para vivir una guerra intensa y realista en la que sentirás como la muerte acecha en cada paso, en cada rincón. El deber te llama soldado. Ha llegado Call of Duty 2.
Hace aproximadamente un par de años, Call of Duty maravilló a crítica y jugadores al aportar un soplo de aire fresco al trillado género de la acción bélica inspirada en la Segunda Guerra Mundial. Su modo de juego, las campañas, la excelente ambientación gráfica, sus efectos sonoros y la estupenda simulación de cómo es la guerra vista desde el punto de vista de un soldado medio en la batalla, no dejaron indiferente a nadie y le hicieron valedor del galardón “Mejor juego del 2003”.
Tras un largo desarrollo, Infinity Ward nos deleita ahora con una esperadísima secuela que, a grandes rasgos, vuelve a utilizar exactamente la misma fórmula que en el original, pero depurando algunos errores pasados y ensalzando esas virtudes que lo hicieron único, ofreciéndonos de nuevo una experiencia de juego única y muy impresionante.
La cruda Segunda Guerra Mundial
Al igual que sucedía en el original, en Call of Duty 2 asumiremos el rol de varios soldados de escuadrón que combaten durante la Segunda Guerra Mundial bajo las ordenes de sus superiores. Seguimos formando parte del bando de los aliados, y las misiones que afrontamos se encuentran igualmente inspiradas en batallas históricas reales.
Sólo podremos llevar dos armas distintas a la vez, lo que nos obligará a adaptarnos rápidamente a las situaciones.
Esta vez jugamos tres campañas en localizaciones bien distintas y reconocibles que se desarrollan en orden cronológico. La acción comienza en 1941, durante la campaña rusa y bajo la perspectiva de Vasili Ivanovich. Una vez completemos esta misión se desbloqueará la siguiente, donde podemos elegir entre continuar la historia con las tropas rusas o saltar a una misión bajo la campaña británica. Este a grandes rasgos, es básicamente el mecanismo principal de juego. Cuando completamos una misión se abren otra u otras nuevas, cuyo orden de juego podemos elegir según nos apetezca y que pueden conllevar un cambio entre las campañas rusas, británicas o estadounidenses. Un sencillo mecanismo que evita en cierta manera que un jugador se quede atascado en alguna misión y que permite cambiar rápidamente tanto de escenario como de tipo de acción.
Un juego muy pero que muy intenso
Esta palabra, “intenso” junto a “inmersión”, son las dos que mejor podrían definir a Call of Duty 2. La acción es tan abrumadora, pasan tantas cosas a tu alrededor constantemente y la ambientación es tan soberbia, que te metes por completo en la piel de los soldados que controlas en los inmensos escenarios bélicos. Puede que a esto también contribuya en gran medida el hecho de que formamos parte de un grupo de soldados en el que no existen “héroes” y en los que nos apoyamos o ayudamos continuamente. Soldados que te acompañan, que mueren, que pueden salvarte la vida, y cuyas acciones nos afectan de manera directa. O quizá que la jugabilidad del título tenga un acabado tan notable que no nos deje un minuto de respiro. O que más que un videojuego parezca que estés jugando dentro de una de esas películas de guerra en las que además de acción, también afloran emociones y dramatismo. Y es que verdaderamente una de las grandes virtudes de Call of Duty 2 es que te sientes parte componente de la historia que se dibuja ante tus ojos, todo está vivo a tu alrededor, y pasan muchas cosas. De hecho, es tan intenso, que se hace corto.
Realismo cinematográfico
El realismo gráfico alcanzado es indiscutible, tanto por su calidad y detalle como por la variedad de situaciones en las que te ves inmerso. Los efectos visuales son excepcionales, pero lo mejor de todo es que afectan a la forma de jugar, pues influyen sobremanera en nuestra cobertura visual. Las bombas de humo, las explosiones y las condiciones climatológicas son tremendas. Estas últimas pueden incluso cambiar durante el transcurso de una batalla y por supuesto tienen una repercusión directa en las misiones. Tormentas de arena, chaparrones o nevadas, que contribuyen en gran medida a esa fabulosa inmersión de juego durante nuestra realista experiencia bélica. Un trabajo magnífico cuya única pega, por decir algo, es que en algunas ocasiones requiere mucha máquina, aunque francamente, lo merece.
Si además eres un aficionado de la Segunda Guerra Mundial, te encantará el aparente trasfondo histórico y de veracidad que sigue el juego. Los uniformes, las armas o los vehículos son una réplica de los modelos originales, y cada ejército cuenta con las suyas propias.
Sólo podremos llevar dos armas distintas a la vez, lo que nos obligará a adaptarnos rápidamente a las situaciones de combate.
Pero si la ambientación gráfica es sobresaliente, la sonora, por decirlo de alguna manera, no tiene rival. Basta comenzar a jugar para quedarse totalmente atónito ante los disparos, explosiones, armas, voces y efectos ambientales, que no dejan de oírse más que cuando estás muerto. Tus compañeros gritan, los disparos sobrevuelan tu cabeza, un soldado enemigo vocifera tu posición, fuerzas aéreas bombardean el perímetro… no lo puedes evitar, el sonido te atrapa y te sumerge de pleno en la acción. Fabuloso.
Novedades bélicas
Pero las novedades en Call of Duty 2 no quedan ahí. A su renovado aspecto gráfico y sonoro hay que añadirle otros factores, como por ejemplo lo referente a su jugabilidad. Nuestro soldado no cuenta con ninguna barra de energía, ni tiene que ir buscando botiquines o munición por el escenario. En Call of Duty 2 prima la acción, y se vive en plan película. Por una parte se asemeja gratamente a la realidad (salvando las distancias) en aspectos como el daño, o estrategia de ataque, o en detalles como el de aguantar la respiración cuando ejercemos como francotirador, o todo el desarrollo de las misiones en general, pero por otro, el juego está pensado para vivir esa acción sin ninguna tregua y de manera jugable. Todo está pensado para avanzar y disfrutar de las sensaciones del entorno.
La inteligencia artificial también ha sido uno de los grandes apartados beneficiados en esta segunda parte. Tanto los enemigos como los soldados aliados que nos acompañan en nuestra aventura actúan de manera totalmente realista y efectiva, haciendo por ejemplo, un uso inteligente del decorado para esconderse o cubrirse o, en el caso de los aliados, atacando por su cuenta o actuando de manera totalmente coordinada.
Las misiones y objetivos durante el juego también han sufrido un espectacular avance sobre el original, sobre todo en variedad. Empezando porque ahora los escenarios disfrutan de unas mayores dimensiones, durante nuestra aventura nos encontramos con misiones clásicas de asalto y defensa que se combinan con fases a bordo de blindados, eliminación selectiva de objetivos o toma de zonas entre otras.
Al modo individual de juego, Call of Duty 2 le suma un importante multijugador con varios modos de juego como el combate a muerte, capturar la bandera, equipos y cuarteles generales. Un excelente añadido con la misma calidad que la campaña a un jugador, que alarga gratamente la vida del juego.
Los efectos especiales y la banda sonora del juego son increíbles, disfrutando de algunas composiciones musicales épicas de enorme calidad.
Valoración de Call of Duty 2
Prácticamente todo lo que se había anunciado para esta segunda parte se ha hecho realidad, y sin miedo a decirlo en alto, Call of Duty 2 es probablemente el mejor juego de acción bélica de este momento. Su intensidad, realismo y ambientación no dejan duda alguna, produciendo una sensación de inmersión espectacular sólo comparable a las mejores películas bélicas. No te lo puedes perder.
jueves, 10 de mayo de 2007
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