Para qué negarlo. Hay momentos en que la sangre bombea con fuerza cuando tomas una curva y ves como desaparecen tus perseguidores. La última entrega de esta poderosa saga de juegos de conducción viene quemando rueda a conciencia y dejando huella.
En mi corta vida como jugador no recuerdo cuantos Need for Speed han pasado ya por mis manos. Sé que son bastantes, y que en mayor o menor medida casi todos me han dado grandes satisfacciones en una de las cosas que más me gustan, la sensación de velocidad. He conducido Porsches, Ferraris, Mitsubishis, Toyotas y toda clase de turismos y coches de muchas marcas que me he modificado hasta aburrirme. Tuneo, pruebas ruteras, persecuciones, misiones de dudosa legalidad… la fórmula va cambiando ligeramente en cada entrega para intentar ofrecer mayor variedad, y cada nuevo título se muestra un poquito más sólido que el anterior, aunque su esencia sigue intacta: coches potentes, personalización, chicas guapas y… velocidad extrema.
El desafío que nos propone este nuevo Need for Speed es muy simple a la vez que retante. Somos un tuner con un coche que quita el hipo y que aceptamos un reto que parece hecho a nuestra medida en el que nos jugamos el buga. Desgraciadamente lo perdemos, pero como somos duros de roer, no tiramos la toalla y decidimos volver a empezar desde abajo, con un coche de lo más simple, una ciudad abierta con muchas pruebas que conquistar, y muchas, pero que muchas ganas, de ganarnos el respeto y copar la cabeza de la lista de los 15 conductores más temerarios y buscados por la policía. A partir de ahí ya te imaginas, vencer retos, subir de nivel, ganar dinero, comprar coches, personalizarlos y, como novedad y punto fuerte de esta entrega, escapar de la policía.
El juego consiste en ganar a los 15 miembros de la lista negra de los “Most Wanted” por la policía.
Persecuciones policiales
Al más puro estilo Fast And Furious, las patrullas policiales, controles y vertiginosas persecuciones son la verdadera guinda de este Need for Speed. Pásate de velocidad, activa el óxido nitroso cerca de un control o márcate unas rozaditas de chapa contra otros coches cerca de los hombres de negro y verás como empiezan a salir coches con sirena de todos los sitios para intentar darte caza. Contra más gorda la lías, más coches, y contra más coches, más tienes que mostrar tu pericia al volante para deshacerte de ellos. Tras finalizar la persecución se analizan las infracciones que hayamos hecho y los daños provocados, para obtener un número de puntos que emplearemos para poder retar a los chicos malos de la famosa lista negra de los más buscados. Como ves, no es que sea de lo más original, pero ese toque cinematográfico resulta de lo más atractivo.
Desafíos diurnos a la luz del día
En términos de ambientación, Need for Speed: Most Wanted ha abandonado las carreras nocturnas para centrarse de lleno en competiciones que tienen lugar a la luz del día y en las que nos podemos topar con ráfagas de lluvia, vientos racheados, deslumbramientos solares y numerosos túneles en escenarios urbanos y suburbanos con gran sensación de variedad y buen nivel de detalle. Comenzaremos corriendo en zonas residenciales de grandes y anchas carreteras, luego pasaremos por zonas costeras mucho más estrechas y con algo más de tráfico rodado, acabando en el mismo corazón de la urbe con todo lo que te puedas imaginar.
Deportivos de lujo
En cuanto a los vehículos, en esta ocasión podremos disfrutar de más de 30 coches licenciados de marcas como BMW, Mitsubishi, Porsche, Lamborghini, Mercedes, Ford o Lotus entre otros, los cuales podremos ir comprando o ganando a otros corredores, y que por supuesto, se ven estupendamente en el juego. En cuanto a su conducción, este Need for Speed sigue muy parecido a la anterior entrega, sólo que con ligeras variaciones en los giros y derrapes debido a una especie de leve inercia que provoca un pequeño retardo, y que da la sensación de contar con un vehículo más pesado. Sigue contando con su peculiar mezcla entre arcade y semi-simulador, donde no falta el querido y espectacular óxido nitroso tan espectacular y peliculero. También podremos utilizar el “tiempo bala” tan común en juegos de acción, y que nos permite realizar maniobras delicadas en momentos difíciles al más puro estilo Matrix. Durante la carrera los coches cuentan con un modelo de daño somero visible en pequeñas rozaduras y deformaciones de la carrocería, que aunque superado por otros títulos, se muestra correcto.
Aunque con ligeros cambios en la conducción y menores posibilidades de personalización, Need for Speed: Most Wanted proporciona lo que mejor sabe hacer, velocidad sin reparos y muchos coches de infarto.
Un equipo con etapas de potencia
La historia y desarrollo del juego de Most Wanted se adereza con unas buenas secuencias cinemáticas que actúan de gancho y que cuentan con una realización artística excepcional a medio camino entre una película, un videojuego y un clip musical.
En cuanto a su apartado sonoro, y como viene siendo costumbre en los últimos juegos de EA, Need for Speed: Most Wanted presenta un acabado excepcional. Los sonidos de los motores, colisiones, derrapes, las emisoras de la policía y su integración con una amplia banda sonora de varios estilos y artistas, le da un aspecto realmente sólido al juego. Un muy buen trabajo.
Valoración de Need for Speed Most Wanted
La última entrega de la saga Need for Speed cambia ligeramente de registro e introduce persecuciones policiales y ambiente diurno en su explosivo cóctel de coches deportivos, tuneo, brillantes secuencias cinemáticas, chicas de escándalo y óxido nitroso. ¿Cuál es el resultado? El juego de conducción más buscado del momento y que en PC luce como nunca.
jueves, 10 de mayo de 2007
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