Vamos a ser claros desde el principio. La única razón de ser de este juego (que no es poca) es que a fecha de hoy no existía más que un juego de estrategia en tiempo real basado en el universo Star Wars. Sentadas estas bases, la pregunta que se plantea a continuación es lógica: ¿cumple “Star Wars – El Imperio en guerra” las expectativas? La respuesta ha de ser afirmativa. Y, además de un modo aplastante.
A estas alturas de la película (y nunca mejor dicho) es indiscutible que en LucasArts no son tontos. Finalizada ya la repercusión mediática del estreno de la primera (o segunda) trilogía cinematográfica, no hay noticia; es decir, no hay motivo para seguir publicando juegos de la Guerra de las Galaxias. Así que la estrategia ahora ya no pasa por editar juegos basados en la película en pantalla. Tampoco hay prisas para que la publicación de determinado juego coincida con la aparición en cartelera de determinado filme. Por lo tanto, ¿cómo seguir aprovechando el filón o satisfaciendo a los seguidores, según se mire? Una respuesta evidente: incorporando géneros hasta ahora abandonados. Y la estrategia en tiempo real era, sin duda, un género muy adecuado para desarrollar un juego basado en un inmenso universo ficticio alimentado por seis películas y un sinfín de novelas.
Liberados de la obligación de crear un juego basado en el estreno de rigor, parecía lógico basar “El Imperio en Guerra” en la película que realmente más éxito y aceptación popular tuvo: la original “La Guerra de las Galaxias”. Así, los aficionados a la saga estarán encantados con toda la información que este juego les ofrece. Por un lado, 43 planetas con sus respectivos habitantes y su paisaje único. Podrás jugar con (o contra) ewoks en las selvas de Endor, wookies en los bosques de Kashyyyk, jawas y moradores de las arenas en los desiertos de Tatooine...
Debemos combatir tanto en batallas terrestres como espaciales. La marabunta de disparos láser, explosiones y unidades a tropel están servidas.
En segundo lugar, todo tipo de vehículos terrestres y espaciales, rebeldes e imperiales. Desde los básicos Caza Tie y Ala X hasta complejas estaciones espaciales inmensas, cruceros Mon Calamari, destructores estelares, AT-AT, deslizadores y, como colofón, la impresionante Estrella de la Muerte. También soldados plex, soldados de asalto, motociclistas exploradores, contrabandistas, cazarrecompensas, y los héroes: Darth Vader, Boba Fett, Obi Wan Kenobi, Han Solo y así hasta siete por bando.
Pero todo esto ya lo sabías si has leído el avance. Lo que no sabías, y ahora sabrás, es como se ubican todos estos elementos en el juego.
Empezando a jugar
Lo primero que llama la atención al abrir la caja de “Star Wars – El Imperio en Guerra” es el manual de instrucciones que le acompaña. Muy completo, aunque con algún error de traducción, y con un práctico desplegable independiente en el que, como es habitual en este tipo de juegos, se resumen los datos más importantes a tener en cuenta a la hora de jugar: los diferentes niveles tecnológicos, los héroes disponibles y una comparación táctica de las fuerzas de ambos bandos. De muy recomendable lectura, si no se tiene experiencia anterior en juegos similares.
Y así, hojeando el manual, se completa la instalación del DVD y podemos empezar a jugar. “El Imperio en Guerra” ofrece un tutorial extensivo bastante completo, dos campañas (una rebelde y una imperial) y ocho escenarios denominados “Conquista Galáctica”, que son, en la práctica, como ocho mini-campañas, más abiertas, y desplegadas en diferentes niveles. También dispone de 34 escaramuzas, que son, simplemente, batallas aisladas terrestres o espaciales (en las que hay que acabar con el enemigo) o de control terrestre (en las que hay que controlar un planeta) y que pueden jugarse en modo individual o multijugador de hasta 8 jugadores. A estas 34 escaramuzas se pueden añadir todos los escenarios personalizados creados por aquellos que dispongan de editor, que en algún sitio estará, pero en el DVD no. Bromas aparte, no hay de que preocuparse: en poco tiempo estará disponible en la web oficial.
Estrategia bélica, táctica y espacial
El objeto del juego se puede resumir fácilmente: se trata de conquistar planetas por medio de batallas tácticas espaciales, para dominar la atmósfera exterior del astro, y terrestres para poseer completamente el planeta. Entre batalla y batalla, en los modos campaña y conquista galáctica, podrás construir edificios y estaciones espaciales que te permitirán aumentar tu nivel tecnológico y, por tanto, disponer de mejores vehículos y naves. Un modo de gestión algo rudimentario y que demuestra a las claras que LucasArts ha apostado en este juego por potenciar la estrategia bélica por encima de la económica. Es, de hecho, en las batallas, donde la jugabilidad aumenta y “El Imperio en Guerra” se revela como un gran juego. El tiempo entre batallas sólo sirve, básicamente, para rearmarse, defender los planetas ya conquistados y preparar la siguiente ofensiva.
Han Solo, Obi Wanm, Darth Vader o el Emperador Palpatine son algunos de los heroicos personajes que podremos controlar.
Siendo sinceros, el juego no aporta demasiadas novedades al género. La más destacable, aparte de la excelente ambientación, la incorporación de la Battle-cam, una opción de vista que pretende captar la esencia cinematográfica de las batallas y que, sobretodo en las batallas terrestres, lo consigue. Con una pega importante, eso sí. En este modo de visión sólo puedes hacer eso: mirar. Para interactuar con tus unidades o participar de un modo u otro en la batalla debes recuperar la vista normal, algo que, por otra parte, tampoco está nada mal. Por medio del zoom puedes acercar tanto la cámara al campo de batalla que te parecerá más un juego de acción que uno de estrategia. Aunque, como con la Battle-cam, la espectacularidad está reñida con la efectividad, y la mejor manera de planificar tu ataque y/o defensa será con una vista más general del escenario. No hay problema, el juego ofrece una versatilidad milimétrica para conseguir la vista más adecuada.
Una vez planificada la batalla, el uso de la Battle-cam dará una idea precisa de la calidad gráfica del juego. En este sentido, no se puede decir que estemos hablando del típico juego de estrategia en tiempo real. La fidelidad de objetos y escenarios en relación al referente cinematográfico es altísima y seguir una batalla a través de la Battle-cam es, cuanto menos, espectacular. No tanto en las batallas espaciales, donde la ausencia de paisaje y la abundancia de disparos láser deslucen un poco el conjunto. Pero una buena batalla terrestre vista a través de la Battle-cam es realmente un agradable pasatiempo visual. Visual y sonoro, porque a los perfectamente conseguidos efectos especiales típicos de toda conflagración futurista debemos añadir la fabulosa y conocidísima banda sonora original de la película, que nos acompañará durante todo el tiempo de juego. Así que más vale que te guste. Y si tu ordenador no es un maquinón, no te preocupes. Las opciones de configuración gráfica te permitirán disfrutar (aunque menos) del juego a partir de unos requisitos mínimos bastante asequibles.
El aparta gráfico luce tanto en calidad como en variedad. Desiertos, bosques, lagos, ciudades y el inconmensurable espacio nos esperan.
En las batallas terrestres es donde deberás demostrar toda tu habilidad táctica. En este juego, y esta es la clave de los buenos juegos de estrategia en tiempo real, no se trata sólo de tener más y mejor ejército, sino, primordialmente, de cómo utilizarlo. En “El Imperio en Guerra” esta tensión está muy bien conseguida, gracias al sistema de población. Tanto tu producción como tus fuerzas estarán limitadas por diversos factores. Y en tierra, a diferencia de en el espacio, no siempre será posible mandar refuerzos: en las batallas terrestres deberás controlar puntos de refuerzo, que aún así, te limitarán el número de fuerzas que podrán desembarcar en el planeta y participar en la batalla. En las batallas espaciales también está limitado el número de naves que pueden participar, pero desplegar refuerzos no tiene más limitación que sustituir las unidades perdidas por otras de la cola de refuerzos.
Grandes alegrías y pequeñas decepciones
Las batallas en tiempo real, que son el meollo del juego, se llevan a cabo de un modo muy similar, por no decir idéntico, al desarrollado por el juego Command & Conquer. Nada extraño sabiendo que el motor de “El Imperio en Guerra” ha sido diseñado por Petroglyph, los creadores del citado C&C. Esto no es en sí mismo un dato positivo ni negativo: si algo funciona, es mejor no tocarlo. El problema es que, sobre todo cuando ya llevas un tiempo jugando, aparece una incómoda sensación de dejà-vu o, mejor dicho, dejà-joué. Es un juego nuevo, pero basado en un modo de juego ya existente. Cierto que esto pasa en multitud de juegos de hoy en día, pero no por eso vamos a conformarnos.
En realidad, todo la experiencia de juego te deja un poco esa sensación agridulce que proporciona la casi perfección. Porque es fantástico poder jugar con la Estrella de la Muerte, pero a la hora de la verdad lo único que puedes hacer con ella es darle a un botón para que destruya un planeta. Asimismo, la posibilidad de jugar con C3PO y R2D2, Obi Wan Kenobi o el Comandante Ackbar está muy bien. Pero luego algunos de los héroes no son tan “divertidos” como se podía prever, al estar demasiado limitados a sus características especiales, o, simplemente, al estar sujeta la disponibilidad de los mismos al nivel tecnológico desarrollado o al tipo de batalla, terrestre o espacial. También el modo de resolución automática de batallas conlleva cierta decepción: aunque ganes, siempre vas a perder más unidades que si jugaras la batalla. Eso te obliga a jugar batallas intranscendentes en el modo campaña o a asumir esas pérdidas. Todas las campañas y batallas pueden jugarse en tres modos de dificultad: uno fácil, pero extremadamente fácil; uno normal, tirando a fácil; y uno difícil que ya supone un verdadero reto.
Y, para finalizar este apartado, una curiosidad: las voces del juego, perfectamente subtituladas en castellano, sólo están dobladas en parte. Las instrucciones y comentarios del juego están en castellano, pero las voces de los actores, aunque subtituladas, están en inglés. Es un problema menor, sin duda, pero resulta llamativo que hayan doblado el juego sólo en parte.
Las batallas multijugador o como desesperarse buscando con quien jugar
El principal problema de “El Imperio en Guerra” a la hora de querer jugar con más gente es, precisamente ese: la gente. Si tu idea es jugar por red con amigos, ningún problema, si tienes amigos y ordenadores suficientes, pero si quieres jugar por Internet, hoy por hoy, es algo más difícil. “El Imperio en Guerra” ofrece la posibilidad de jugar en 7 servidores europeos (incluido uno español), en uno japonés y en uno americano. Sin embargo, a excepción del servidor americano, en el que suele haber algo más de un centenar de personas, en los otros no hay nunca prácticamente nadie. Puede ser porque el juego acaba de salir, porque los servidores no están preparados o por culpa de mi ordenador y/o conexión a Internet. Realmente no lo sé. Pero lo cierto es que en las muchas horas que le he dedicado al juego sólo he conseguido jugar una partida online completa. Y la verdad es que es una pena, porque fue justamente el momento con el que más disfruté del juego. No obstante, dando por hecho que los problemas que yo he tenido no deberían existir, se puede afirmar que es en las partidas multijugador donde más se disfruta de este juego.
Existen varias posibilidades multijugador, aunque esencialmente se dividen en dos opciones. De un lado, realizar una campaña con otra persona, cada uno en un bando. Por el otro, entablar batallas independientes (bien espaciales, bien terrestres) con hasta 8 personas repartidas entre el Imperio y los Rebeldes. Las batallas no difieren mucho del modo individual en cuanto a funcionamiento, pero en lo referente a diversión el resultado es incomparable. Aparte de lo imprevisible de jugar contra otras personas y no contra bots de Inteligencia Artificial (que suele ser más Artificial que Inteligente), en las partidas multijugador de más de 2 personas vas a tener que colaborar con otros jugadores, lo cual lleva el concepto de juego de estrategia en tiempo real a su máxima expresión. Si eres un fanático de la estrategia no dejes de probar el modo online.
Resumiendo que es gerundio
“Star Wars – El Imperio en Guerra” es un excelente juego de estrategia en tiempo real que, pese a algunas pequeñas lagunas, te proporcionará horas y horas de diversión. Es un juego que comprende varios juegos en su interior, porque realmente elegir el Imperio o los Rebeldes implica una estrategia diferente, del mismo modo que jugar una batalla terrestre o una espacial es como jugar a dos juegos diferentes. Aunque la gestión de recursos está algo desatendida, las batallas harán surgir al estratega que hay dentro de ti: las opciones tácticas son infinitas, gracias a la variedad de unidades, vehículos, naves, edificios y mejoras que el juego propone.
Si te gustan los juegos de estrategia en tiempo real, pero crees que “El lado oscuro” es una discoteca de moda y Palpatine un champú de frutas, no te preocupes. “El Imperio en Guerra” te va a satisfacer tanto como cualquier otro juego del género. Si, además, eres fan de la saga Star Wars, este es tu juego perfecto. Por el contrario, si eres de los que se despide con un “Que la Fuerza os acompañe” pero la estrategia en tiempo real crees que es una forma de ligar, no sé si este es tu juego. Porque, a pesar de la enorme carga informativa e incluso emocional con que el universo de George Lucas impregna el juego, no deja de ser un juego de estrategia. Y, más concretamente, un buen juego de estrategia.
Valoración de Star Wars: El Imperio en guerra
"Star Wars - El Imperio en Guerra" es un juego de estrategia en tiempo real que hará las delicias de los seguidores de la saga, pero también de todo aquel que disfrute planificando una buena batalla, sea espacial o terrrestre.
viernes, 11 de mayo de 2007
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