En El Señor de los Anillos™, La Batalla por la Tierra Media™ II, secuela del aclamado juego de estrategia El Señor de los Anillos™, La Batalla por la Tierra Media™, ahora tendrás la oportunidad de experimentar todo lo que la Tierra Media significa.
Aparte del contrato establecido con The Saul Saenz Company d/b/a Tolkiens Entreprises, que ha cedido a EA los derechos para el desarrollo de videojuegos basados en los libros, y del acuerdo para el desarrollo de videojuegos basados en las películas de New Line Cinema, La Batalla por la Tierra Media™ II mostrará al jugador las profundidades de la franquicia nunca antes mostradas.
Con los nuevos contenidos del universo literario de J.R.R. Tolkien, el juego ahondará más que nunca en la historia y se introducirá en nuevas batallas más allá de la saga de películas ganadoras del Oscar. Entra en batalla en el Norte y comanda las míticas civilizaciones de la Tierra Media – los ejércitos de elfos y enanos – o lucha en el lado perverso con héroes y criaturas nunca vistos en las películas de El Señor de los Anillos™. Defiende o invade territorios hasta ahora inexplorados como Dol Guldur, Las Montañas Nubladas y El Bosque Negro. Desata nuevas y poderosas armas y habilidades, - convoca dragones, provoca erupciones volcánicas o caóticos rayos - .
Pero cuidado, grandes poderes atraen grandes adversidades. Tus enemigos, comandados por un revolucionario sistema de IA, poseen un excelente eje táctico y hechizos más poderosos. ¿Tendrán tus ejércitos el coraje suficiente para persistir?
La tierra que pisan las criaturas de Tolkien se estremece de nuevo. Elfos, trasgos y enanos preparan su contienda en una segunda entrega cuya historia da la importancia que se merecen a todas las guerras libradas en el norte y que han sido habitualmente eclipsadas por la odisea de los hobbits.
A finales de 2004 aparecía La Batalla por la Tierra Media, un juego destinado a explotar el filón de las licencias de El Señor de los Anillos de una manera atípica. Mientras que los anteriores juegos, a excepción del mediocre “La guerra del anillo”, eran notables beat´em ups, EA apostó fuerte y creó un épico y megalomaníaco juego de estrategia, que hacía uso del vasto legado que dejaba la trilogía de Peter Jackson. El juego tenía dos largas campañas que, aderezadas con multitud de videos de las películas, la majestuosa música de Howard Shore y las voces del elenco principal de actores de los filmes, nos transmitía por primera vez la verdadera magnitud de luchar en la Tierra Media del lado de la Comunidad del Anillo, o del lado de Sauron. El juego, aún siendo sobresaliente, tenía algunos defectos que le alejaban de ser la obra maestra que pudo haber sido. Una optimización muy controvertida, una campaña del mal claramente desatendida en favor de la del bien, y una concepción de juego quizá demasiado encorsetada por los habituales clichés de los RTS que acababa derivando en un juego de estrategia bastante corriente con un envoltorio, eso sí, de auténtico lujo.
Una de las novedades que más enriquecen esta segunda parte es la incorporación de escenarios extraídos de los libros y nunca vistos en las películas.
Cuando en julio del año pasado se anunciaba una secuela, se presentaba la ocasión perfecta para pulir esos detalles y conseguir un lanzamiento verdaderamente memorable, ampliando diametralmente la escala del material empleado con la adquisición de los derechos de la obra escrita de Tolkien.
Batallas en el norte
La Batalla por la Tierra Media II nos cuenta las cruentas batallas que se llevaron a cabo en el norte de la Tierra Media entre las hordas de Sauron y los elfos y enanos, mientras los pequeños Hobbits trataban de llegar al Abismo de Helm para arrojar el anillo al magma.
Esta nueva entrega está dividida en varios modos de juego muy interesantes. Lo primero que encontramos son las clásicas campañas, orientadas de nuevo hacia los bandos del bien y del mal respectivamente a lo largo de 8 misiones. Además de ello, un nuevo estilo de juego “La guerra del Anillo”, en el que se nos presentará un tablero al más puro estilo Risk y desplazaremos las tropas de territorio en territorio para enzarzarnos en luchas, que podrán resolverse de forma interactiva o automática dejándolo en manos del ordenador. El multijugador está orientado fundamentalmente hacia los modos escaramuza de hasta 8 jugadores, pero también tiene algunos mapas muy interesantes que incluyen la posibilidad de defender y asediar fortalezas, además presenta la posibilidad de competir entre varias personas al modo “La guerra del Anillo”.
Como decíamos ayer…
La verdad es que, si bien el juego no defrauda en absoluto como elemento independiente, se puede hablar de pocas novedades con respecto a la primera entrega.
El diseño artístico sigue siendo espectacular, todos los aspectos que, como ya hemos dicho, brillaron en la primera parte siguen aquí presentes, aunque hay que matizar. Lógicamente hay una nueva concepción en la forma de narrar la historia, debido a la ingente cantidad de material que procede de la obra literaria de Tolkien y que no fue tratado en el cine. Para explicarnos lo que sucede entre nivel y nivel se ha empleado el propio motor gráfico del juego que, a pesar de lucir muy bien en este tipo de secuencias, no tiene el encanto que aportan las escenas de las películas.
En lo que se refiere más concretamente a las campañas, en su predecesor estaba claro que Electronic Arts se había centrado en el lado del bien, pues presentaba mayor variedad de héroes, una historia más interesante y el diseño de escenarios estaba mucho más trabajado. Parece que la desarrolladora tomó nota, y para esta segunda parte han concebido las dos campañas de una forma mucho más equilibrada.
Es posible jugar en las campañas del bien y del mal, siendo esta última mucho más rica que en la primera entrega del juego.
Mientras que en la primera parte la historia estaba muy definida por los patrones y guías maestras que aportaba la trilogía fílmica, la línea argumental de la continuación es bastante difusa, y en ocasiones no sabremos a ciencia cierta el porqué de algunos giros de la historia, además de ello algunas de las subtramas del juego parecen más bien meros pretextos para hacer que nos desplacemos de un sitio a otro. No se observa una continuidad en ningún sentido y, por si fuera poco, ya no está presente la característica de que las tropas conserven su experiencia a lo largo de las misiones, solo los héroes lo harán, de tal modo que podremos acabar un escenario con un potente y experimentado ejército y en el siguiente aparecer prácticamente solos. Esta característica, que puede parecer una tontería, añadía al primer juego un componente táctico muy importante que ha desaparecido.
Y no son precisamente los elementos tácticos los que deberían reducirse, ya que el juego en sí mismo no es precisamente profundo en este sentido. El escaso peso que de nuevo se les ha dado a las estructuras defensivas, sumado al hecho de que a la hora de lanzar un ataque la propia inteligencia artificial ordene nuestras unidades en función de sus características, además de lo caótico que resulta en algunos momentos dar órdenes en la marabunta de unidades rivales y aliadas que se juntan a la hora de luchar, hacen que el juego en numerosas ocasiones degenere en una guerra por desgaste, en la que las habilidades estratégicas tienen mucho menos valor que el número de unidades puestas en liza.
Se han añadido algunos factores muy interesantes en lo que se refiere a la jugabilidad. Existe la posibilidad de construir los edificios a nuestro antojo y ya no tendremos que encajarlos en una disposición predeterminada. Hay un editor de héroes que nos permite decidir que aspecto queremos que tenga, aunque las posibilidades no son muchas. También se ha añadido el factor de las unidades marítimas, que a pesar de no tener una gran importancia aportan una cierta variedad al desarrollo del juego. A parte de todo esto encontramos pequeños detalles como la mayor variedad de héroes y unidades o el uso de túneles por parte de ambos bandos para desplazarse instantáneamente de punta a punta del escenario. Como siempre el empleo de la magia se revelará fundamental ya que si la empleamos correctamente podemos obtener gran ventaja con respecto a nuestros enemigos. La variedad es enorme, hechizos de curación, mejoras de armadura, sigilo, bombardeo mediante artillería o incluso reclutar momentáneamente a Tom Bombadil puede desequilibrar la balanza cuando la situación parecía perdida. Como se puede ver la experiencia jugable no ha sufrido cambios drásticos, y sigue siendo un juego de estrategia en su vertiente más clásica.
Tanto el apartado sonoro como gráfico son realmente sobresalientes, siendo especialmente geniales la animaciones de algunos personajes.
La Tierra Media en tu PC
El apartado gráfico apenas ha variado con respecto a su antecesor, la evolución, a pesar de haber transcurrido un año y medio, ha sido mínima. Se puede observar una mejora en las animaciones de los personajes y una mayor cantidad de efectos como reflejos en las superficies y un gran trabajo en el apartado de sombras. Los gráficos siguen siendo fantásticos, pero como decimos podría haberse aprovechado este tiempo para llevar a cabo una implementación de física más seria, un diseño de unidades más detallado y por supuesto una mejora en algo fundamental que no se ha corregido, la optimización. A estas alturas y tras la experiencia de la primera entrega resulta imperdonable que la aglomeración de unidades produzca semejantes caídas en la tasa de frames, sobre todo siendo éste un juego de estrategia donde las batallas multitudinarias son una de sus principales bazas. Por si esto fuera poco, el juego viene limitado por defecto a 30 imágenes por segundo lo cual resulta incomprensible, y no es posible cambiarlo sin editar manualmente algún archivo del juego. El juego en su menú de opciones gráficas tampoco incluye el uso de antialiasing, con lo cual hay que activarlo manualmente desde fuera del juego, aunque no lo recomendamos por la cantidad de recursos que consume.
Por su parte el sonido es impecable, y la música de las películas encaja a la perfección con el juego. Además se ha llevado a cabo una selección de voces muy adecuada, y los rugidos de las criaturas, los sonidos de ambiente y los atronadores cuernos que llaman a la batalla ayudan mucho a la inmersión en el juego.
Siguiendo con el apartado tecnológico, la inteligencia artificial continúa acusando los mismos problemas que en su antecesor. Si bien sigue llevando la iniciativa cuando debe y busca acertadamente los puntos débiles de nuestras bases, además de abordar los flancos de nuestros ejércitos, sigue cometiendo errores de bulto, como lanzar sus ataques de forma excesivamente escalonada, o como emplear a sus criaturas más poderosas en destruir edificios inocuos para ellos, olvidándose de las tropas enemigas que les atacan.
La batalla por La Tierra Media II es un juego brillante en su puesta en escena, pero fallido en su propia concepción, pues descuida aspectos verdaderamente importantes del género de la estrategia como la IA o una buena optimización que permita moverlo con soltura. Es por tanto un RTS rutinario y de fácil consumo, muy recomendable tanto para los aficionados a la saga como para los que no conocen su primera parte, pero que no aportará los suficientes alicientes para los que ya jugaron a la anterior entrega y buscan algo de profundidad táctica.
Valoración de La batalla por la Tierra Media 2
El Señor de los Anillos: La Batalla por la Tierra Media II es un muy notable juego de estrategia que acusa demasiado la poca evolución con respecto a su antecesor, pero que sigue siendo una opción divertida, con muchos contenidos y de muy bella factura.
viernes, 11 de mayo de 2007
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