viernes, 18 de mayo de 2007

Command And Conquer 3: Tiberium Wars

El esperado Command & Conquer 3: Tiberium Wars llega por fin a nuestro país. GDI y NOD se enfrentan por el dominio de la misteriosa sustancia alienígena Tiberium en una lucha cruenta y sin cuartel. Vuelve Command & Conquer. Vuelve el mito de la estrategia.

Todos los aficionados a la estrategia de cierta edad recordamos con cariño las primeras entregas de la saga Command & Conquer. Tras Dune 2, juego que sentó los cimientos de la estrategia en tiempo real, los chicos de Westwood se pusieron manos a la obra y sacaron adelante la primera entrega de la saga en 1995, aclamada por público y crítica. Desde entonces resulta asombroso como todas las compañías han respetado los fundamentos básicos de su creación, y doce años después todos los estándares creados por el juego siguen siendo fácilmente reconocibles en las producciones de la actualidad.

Esta nueva entrega, llamada acertadamente Command & Conquer 3, viene de nuevo de la mano de los creadores del primero, ahora integrados en EA, y es un guiño al pasado y un nuevo producto, al que los fans de siempre pueden abrazarse sin temor a ser decepcionados, además de un fantástico título con el que los neófitos de la saga pueden aspirar a entrar en el rico universo de C&C de forma inmejorable. Han vuelto las secuencias reales de video al más puro estilo serie B, la jugabilidad ha evolucionado considerablemente para ofrecer una vuelta a los orígenes con un sentido del ritmo y de la variedad muy pulido, y por último, cuenta con un apartado gráfico soberbio que parece aunar el pasado de la saga con el actual dispendio tecnológico de una forma sensacional.

La guerra por el Tiberio regresa con apoteósica ferocidad. A la brillante pugna entre las hermandades GDI y NOD se suma ahora una horda alienígena para darle mayor profundidad.

El Regreso de Kane

Command & Conquer nos cuenta, en esencia, la eterna lucha entre el bien y el mal. En el año 2047 una plaga de Tiberium amenaza la tierra con una mortal contaminación radioactiva; el GDI, una poderosa alianza de países, trata de contenerla; mientras que el NOD, una hermandad que adora el Tiberium de forma cuasi divina, planea emplear el misterioso material alienígena para llevar a cabo sus temibles planes. Según avanza la aventura encontraremos algunos giros interesantes, y sin ánimo de desvelar gran cosa del argumento, debemos señalar la peligrosa presencia de la tercera facción, los Scrin, la raza de alienígenas, ya bien entrada la historia.

El argumento es lo suficientemente variado y sencillo como para enganchar sin grandes aspiraciones, y sirve como pretexto ideal para permitirnos protagonizar misiones en los lugares más insospechados. Dos campañas NOD y GDI, que rondan las 12 horas aproximadamente cada una, ofrecen visiones similares de los acontecimientos desde los dos lados de la moneda, en la que es una de las más apasionantes experiencias para un jugador en lo que llevamos de año. Complejos científicos, entornos urbanos en EEUU o Australia y también parajes naturales, aportan escenarios bien diferenciados y ricos en matices que ofrecen una experiencia jugable divertida y variada.

A la condición de diversión poco repetitiva contribuyen también de forma notable los objetivos y enfoques de las misiones, que oscilan mucho de unas a otras. Algunas de ellas responden al claro estereotipo de la estrategia en tiempo real de la actualidad, es decir, acaba con todo y con todos; pero hay agradables matices en muchas de ellas, como infiltrarse en bases y destruir generadores o sistemas de defensa, proteger zonas de invasiones alienígenas, frenéticos niveles a contrareloj para poner a prueba nuestra habilidad en épicas defensas de edificios, o incluso sorprendentes alianzas con el temido enemigo para hacer frente a la horda alien.

Sencillo pero Adictivo

Que nadie se lleve a engaño, estamos ante un gran juego, aunque desde luego no tiene la profundidad de otros pesos pesados del género como Supreme Commander o Company of Heroes. El estilo sobre el que se fundamenta Command & Conquer 3 es el clásico de la estrategia en tiempo real, es decir, generar recursos, construir edificios y arrasar al enemigo.

Más de hora y media de secuencias de vídeo con populares actores del cine y la televisión (Michael Ironside, Jennifer Morrison, Billy Dee Williams, etc.), se combinan de lujo con un trabajado guión e intensas campañas, para introducirnos de lleno en una aventura realmente absorvente.

Las legendarias refinerías nos devuelven a los primeros episodios de la saga, y mediante ellas procesaremos el Tiberio para lograr materia prima; mientras que gracias a los generadores de energía obtendremos la necesaria electricidad para que toda la industria de nuestro complejo funcione. Esta sencilla interacción con la producción nos quita de encima mucho peso en la gestión, y nos permite centrar nuestros esfuerzos en el combate y en la acción táctica, verdadero protagonista del juego, pues la avanzada inteligencia artificial no nos pondrá las cosas nada fáciles.

Los árboles tecnológicos se desvelan rápidamente, y pronto haremos uso de todas las habilidades y unidades disponibles, y cada facción tiene un estilo muy concreto y determinado. Podemos decir que las unidades de cada bando son lo suficientemente diferentes como para aportar dos experiencias de juego totalmente diferentes en cada una de las campañas, y así mismo hay que señalar que el balance entre ellas está excepcionalmente bien conseguido.

Una de las últimas incorporaciones a los juegos de estrategia, la adquisición de experiencia por parte de las unidades para convertirse en más efectivas, aparece también en C&C, obteniendo mejoras increíbles en las unidades según vayamos empleándolas en combate.

El interface es ágil, aunque el mapa quizá esté un poco desproporcionado, y permite un rápido uso de todas nuestras unidades. La infantería tendrá un peso importante en el combate, e incluso podrá pertrecharse en edificios, creando pequeños bunkers improvisados, aunque no podrá cubrirse tras elementos del escenario o desniveles como en otros títulos del género. Los vehículos y blindados tienen un aspecto poderoso acorde con su potencial real, y acaban siendo las unidades que desequilibran los conflictos. El aéreo es un apoyo crucial en esta guerra, y si bien su creación es cara, se trata de un componente veloz y con gran poder de destrucción.

En C&C3 no podían faltar las clásicas escaramuzas multijugador, tanto en red local como a través de Internet. Un buen número de mapas de distintas ambientaciones y tamaños para ocho jugadores (tanto humanos como controlados por la IA), que se encargan de alargar aún más la vida del juego.

No hay unidades de construcción, y tan sólo tendremos que situar las edificaciones que queramos erigir en la zona de la base. Como se puede ver sencillez en el manejo para potenciar la diversión.

Tétrica Visión del Futuro

Gráficamente el juego es de sobresaliente. Los modelados de los vehículos y de los edificios son excelentes, y los escenarios y su iluminación son sensacionales, mención especial merecen los disparos y el tratamiento de las explosiones. ¡Brillante!

Las unidades de infantería dejan algo más que desear, pues presentan un aspecto más parecido al de muñecos que al de humanos; sus animaciones tampoco ayudan a quitarnos esa sensación de ligereza en su tratamiento, pues se mueven de forma desacompasada con respecto a su avance, y algunos tienen movimientos realmente hilarantes como los suicidas del NOD.

Los edificios reaccionan de forma muy veraz a los disparos y explosiones, y van perdiendo piezas progresivamente según la potencia del fuego y el lugar donde se produzcan. Asimismo se ha implementado física en los personajes y vehículos, que hacen que salten por los aires al estallar dependiendo de los impactos. La forma de llevarlo a cabo no es la más adecuada, y en la mayoría de ocasiones vuelan de forma totalmente exagerada y denotan los problemas de clipping de los que adolece el juego al atravesar construcciones al caer, pero en general se trata de un detalle muy de agradecer.

La optimización es francamente buena. En estos tiempos en los que los usuarios de PC somos acribillados constantemente con problemas vergonzosos de rendimiento y juegos directamente sin acabar, C&C3 es una digna excepción. No importa la carga de unidades del escenario ni el número de explosiones o disparos, el juego apenas se resiente. Lamentablemente parece que el juego tiene una limitación de 30 frames como acostumbran muchos títulos de EA, pero si disponemos de un equipo medianamente potente, será fácil que con las opciones al máximo no experimentemos bajadas de esa tasa.

El sonido es otro apartado brillante. Pocas veces asistimos a un trabajo de doblaje a nuestro idioma tan brillante como el de Command & Conquer 3, y es que todos y cada uno de los actores que ponen voz en español a los protagonistas del juego hacen un gran trabajo. El listón estaba muy alto: Michael Ironside (Desafío Total), la adorable Jennifer Morrison (House) o Billy Dee Williams (La Guerra de las Galaxias) son entre otros los conocidos rostros que prestan su imagen y su voz a los videos entre misión y misión, pero el trabajo ha sido excelente. El tono solemne y grave de los actores contrasta con la realización correcta pero televisiva y plana, creando esa divertidísima sensación de estar ante una película de serie B que nosotros mismos protagonizamos. La música y los efectos son inspirados y de gran calidad, y acompañan a la perfección.

La característica acción frenética, sencilla y eficiente gestión de unidades y edificios, y grandiosas secuencias de video protagonizadas por caras conocidas, resucitan con creces el espíritu que hizo famosa a la saga, adaptándola a los tiempos que corren.

El juego dispone además de las clásicas escaramuzas y de un adictivo multijugador. Algo más de veinte mapas para hasta ocho jugadores, que ofrecen una desmedida diversión por el sensacional ritmo que se le imprime a la acción, y por la eterna superioridad del ser humano sobre la inteligencia artificial.

Valoración de Command & Conquer 3

Command & Conquer 3: Tiberium Wars acierta plenamente a la hora de plantear un regreso a los orígenes jugables de la saga, junto con una espectacular mejora visual. La serie resucita tras el irregular Generals, y ofrece dos campañas largas, intensas y de calidad, que son sólo el acompañamiento perfecto para un multijugador de auténtico lujo. Una experiencia completa y envolvente, que hará las delicias de cualquier fan de la estrategia en tiempo real.


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